- Representantes institucionales y centenares de ciudadanos salieron ayer a las calles para apoyar en silencio al pueblo ucraniano y rechazar la invasión rusa, en respuesta al llamamiento de Eudel, entidad que confía aumentar en los próximos días las plazas de acogida a refugiados habilitadas por los consistorios.

Las concentraciones se desarrollaron en la mayoría de los municipios vascos y las más numerosas se llevaron a cabo en las capitales, a las que se acercaron dirigentes políticos y representantes de distintas instituciones, con los tres alcaldes de la CAV a la cabeza.

Un centenar de ciudadanos se su sumaron a la cita en la capital guipuzcoana, que se desarrolló tras tres banderas de Ucrania y con la presencia del alcalde, Eneko Goia, de varios ciudadanos ucranianos y de miembros de familias de acogida que años atrás han recibido a menores procedentes del entorno de Chernóbil, varios de los cuales vestían alguna prenda con los colores amarillo y azul de la enseña nacional ucraniana.

Una mujer que acogió en vacaciones a un niño ucraniano hasta que ya no pudo venir al Estado debido a las restricciones de la pandemia, lamentó que “en pleno siglo XXI puedan pasar cosas” como la invasión de Ucrania. Esta mujer explicó que el niño que durante años vino a su casa, cumplidos ya los 18 años, ha sido llamado al ejército para “hacer el servicio militar”, por lo que su familia de adopción en Gipuzkoa se ha “asustado muchísimo” porque es originario de Irpin, una ciudad próxima a Kiev “que han estado bombardeando”. “Nosotros estuvimos visitándola y pensar que ahora está todo destruido es terrible”, dijo esta mujer, que se consuela porque recientemente ha podido hablar con ellos, aunque no directamente.

Mientras, el pleno de las Juntas Generales de Gipuzkoa guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas por la invasión de Ucrania.