abía ganas de salir, pero ye creo que lo de esta noche ha sido más la novedad. Sin bares, me imagino que el fin de semana que viene será muy diferente, habrá menos gente”. Quien así habla es Iker Etxeberria, un joven donostiarra que en la madrugada del domingo, y tras cenar en casa, salió a dar una vuelta aunque, asegura, “para las 2.00 ya había vuelto”.

La temperatura agradable y muchos meses de volver a casa antes de las 22.00 horas, si no tras el cierre de los bares a las 20.00, hicieron que ayer las plazas y rincones de Euskadi se llenaran de grupos de jóvenes que, en la mayoría de los casos, botella en mano decidieron salir a despedir el estado de alarma.

Alrededor del campo de tiro de Legazpi, en alguna plaza de Zumarraga, en distintos rincones de Ordizia, en las calles de Eibar y en las playas y el puerto de Donostia, entre otros muchos lugares de Gipuzkoa, numerosos jóvenes se decidieron a compartir las primeras horas de madrugada sin toque de queda en mucho tiempo.

Iker Etxeberria, de 21 años, fue uno de los que se acercó a la playa de Ondarreta. “Es verdad que estaba todo el mundo bebiendo y había muchas cuadrillas”, señala.

“En algunas se llevaban mascarillas y en otras no. Entre los grupos había distancia, pero como ya no hay límite de cuatro personas por grupo, nos juntamos muchos más en cada cuadrilla”, añade.

“No me pareció una pasada, la verdad y creo que fue más por la ilusión de poder salir de casa de madrugada. Yo, desde luego, sin bares no creo que me pase todos los fines de semana en la calle hasta las tantas”, concluye.

Otra experiencia muy distinta tuvo Oihane Lopetegi. “Nosotras estábamos muy pocas pero había un grupo exagerado, al menos de 70 personas como poco, y muchas sin mascarillas. Todo el mundo que llegaba se unía al grupo. Una pasada”, añade esta joven de 18 años que se dio una vuelta también por la playa de Ondarreta.

Además de los que decidieron salir a la calle, fueron muchos los que optaron por ir a cenar a casa de un amigo sin el apuro de tener que volver antes de las 22.00 horas. Es el caso de Mikel Alonso que, según asegura, se fue a cenar “con tres amigos más” y antes de las 3.00 estaba ya de vuelta en casa.

“Vivo aquí en un piso de estudiantes y por fin hemos andado sin prisa, porque otra veces más que cena era como una merienda” se ríe.

Xabi Uranga, 19 años, pasó por el Puerto de Donostia y también por Ondarreta. “Yo creo que es donde más gente había, parecía todo zona covid free, con la música a tope y todo el mundo bebiendo”, afirma. “Lo que no vi es mucha Ertzaintza. Al ir vimos pasar algún coche pero no bajaron a la playa, al menos mientras yo estuve allí, después ya no te puedo decir”.

También en Zumarraga, asegura Jaione Salaberri, se formaron grupos en varios parques: “Se veía mucho movimiento desde la tarde y aunque le gente se fue a casa a cenar, después salió hasta tarde”.