- Fue una visita corta, un encuentro apurando el reloj que marca la pandemia, pero más que suficiente para que Cándido Ibar pudiera volver a ver a su hijo Pablo en la prisión de Okeechobee (Florida) casi dos años después de la última vez, como consecuencia de las medidas impuestas que sorprendieron a Cándido en el Estado español. Las limitaciones de movilidad establecidas le impidieron viajar a Estados Unidos, donde residía tras una dilatada carrera como pelotari de cesta punta.

Este pasado domingo, el padre del recluso pudo acompañar a su nuera, Tanya Ibar Quiñones, a la cárcel y mantuvo una entrevista con su hijo, donde el preso de origen vasco cumple una condena de cadena perpetua después de que un jurado le declarase culpable de tres asesinatos, de los que Pablo siempre se ha declarado inocente.

Cándido Ibar declaró su satisfacción tras la visita y afirmó que ve a su hijo “más fuerte que nunca”, en buena medida porque realiza trabajos de mantenimiento en la prisión. Tanya, por su parte, confía en que puedan tener un nuevo encuentro de mayor duración a corto plazo. “Fue muy bueno poder tener juntos de nuevo a Pablo y a Cándido”, señaló .

La pareja de Pablo Ibar aprovechó su intervención en un vídeo difundido por la Asociación Pablo Ibar Juicio Justo para enviar un mensaje a la sociedad, a la que pide, “por favor”, que no se olviden de ellos y su causa. “Es importante que todos continuemos luchando. Haced todo lo posible para seguir ayudando a Pablo”, enfatizó al tiempo que agradeció el apoyo recibido hasta ahora.

La familia Ibar sigue “trabajando y esforzándose en reunir los recursos económicos necesarios para hacer frente a los gastos que resultarán de la próxima apelación” para solicitar la revocación de la actual pena y la celebración de un nuevo juicio.