- El objetivo: afrontar los retos sociales en esta época de profundos cambios. Implicando, ¿a quién?: a la ciudadanía; su participación en la agenda pública será fundamental. Con esta misión echa a andar Aran-tzazulab, el Laboratorio de Innovación Social de Arantzazu que promoverá la investigación, la experimentación, el conocimiento y la socialización orientada a la transformación social, incidiendo en cuatro grandes ámbitos: la transición ecológica, el trabajo, la convivencia y el bienestar. Su puesta de largo tuvo lugar ayer en el centro Gandiaga Topagunea del santuario oñatiarra, sede de este proyecto impulsado por los miembros de la Fundación Arantzazu Gaur: la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Consistorio de Oñati, Corporación Mondragon, Kutxa Fundazioa y la Provincia Franciscana de Arantzazu.

“Arantzazulab será una herramienta para seguir renovando y fortaleciendo una de nuestras características principales como pueblo, la existencia de una sociedad activa e igualitaria. Además, lo hará partiendo de ese carácter humanista y popular que imprime Arantzazu”, afirmó el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, durante su intervención en el acto que congregó a representantes de las instituciones públicas, agentes sociales, empresas y universidades, así como a miembros de diversas organizaciones del pensamiento vasco, de la cultura y del euskera.

La elección de Arantzazu para alumbrar este laboratorio, dirigido a explorar “nuevos enfoques” que hagan frente a los desafíos de futuro, no es fruto de la casualidad. La tradición humanista, la innovación, el euskera y la conexión con la sociedad que forman parte de las señas de identidad de este simbólico enclave están presentes en el espíritu transformador de Aran-tzazulab. “No podemos entender Arantzazu sin su relación con la comunidad; es un importantísimo capital para la innovación social y para pedir su solidaridad a la ciudadanía. Un faro que da sentido a este proyecto”, defendió la directora general de Arantzazulab, Naiara Goia, que ejerció de maestra de ceremonias en la presentación oficial de una iniciativa que se gestó en julio del año pasado. De hecho, tiene su punto de partida en el proceso de reflexión estratégica realizado entre distintas entidades locales, organizaciones y la comunidad franciscana sobre el futuro de este preciado paraje, que bajo las faldas del Aloña acoge al centro Gandiaga Topagunea, un albergue, restauración y al increíble patrimonio artístico y arquitectónico que caracteriza a la basílica y su entorno natural. Su reactivación soecioeconómica será otra de las tareas que asumirá a partir de ahora Arantzazulab.

“Tal y como ha aflorado la pandemia, el mundo actual exige afrontar como comunidad problemas y desafíos complejos. Para ello, resulta imprescindible contar con un tejido social y económico sólido, una red de instituciones y de agentes fuerte y dinámica y, sobre todo, con una ciudadanía empoderada y participativa”, apuntó el diputado general de Gipuzkoa, que también insistió en que este nuevo laboratorio de innovación social será un “centro de referencia” con vocación comunitaria, que surge en Gipuzkoa “con la intención de proyectarse y extenderse a toda Euskal Herria”.

Las tres universidades vascas serán, asimismo, un agente activo en este proceso (UPV/EHU, Mondragon Unibertsitatea y Deusto). “Aran-tzazu es un lugar privilegiado para fomentar esta colaboración, porque integra unas condiciones fundamentales y básicas. Es una fuerza simbólica que relacionamos con el euskera y con la cultura vasca; un referente de pensamiento abierto y constructivo que siempre ha ofrecido una mirada clara para encarar los retos sociales de la ciudadanía”, manifestó el vicerrector del campus de Gipuzkoa de la UPV, Agustín Erkizia.

“La investigación que se va a llevar a cabo tiene como valor añadido que el conocimiento que se genere se trasladará a la sociedad”, indicó la decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de MU, la arrasatearra Nagore Ipiña.

El laboratorio pretende convertirse en “nodo de referencia” en innovación social y en un punto de encuentro de la ciudadanía para lograr “una sociedad más justa, cohesionada, competitiva y humana, buscando nuevos modelos de gobernanza entre la administración pública, la ciudadanía y la sociedad organizada”, recalcó la directora general de Arantzazulab.

Cuatro son sus ejes estratégicos: el desarrollo comunitario; la activación de la red colaborativa; la investigación, formación y socialización; y la apertura e internacionalización. “Nos encontramos inmersos en el diseño de los primeros proyectos en colaboración con diversos ayuntamientos y agentes locales e internacionales”, avanzó Goia, al tiempo que explicó que se han entablado las primeras relaciones con organizaciones y laboratorios de Australia, Canadá, Estados Unidos, Alemania y Noruega.

Por su parte, desde el Ayuntamiento oñatiarra, su alcaldesa, Izaro Elorza, destacó el “largo recorrido” que Arantzazu tiene a sus espaldas y “su estrecha relación con el pueblo”. Habló, a su vez, de “empoderamiento personal y colectivo” como la clave para implicar a la sociedad civil en la toma de decisiones.

Activar a jóvenes, líderes de opinión, emprendedores y emprendedoras, investigadores e investigadoras, instituciones, agentes sociales, y personas de la tercera edad; a la ciudadanía, en definitiva. Arantzazulab dirige su mirada más allá y camina con paso firme a convertirse en un punto de encuentro para “aprender, reflexionar, cocrear y experimentar” sobre los retos de futuro de la sociedad vasca. Esa es la esencia, por tanto, del nuevo Arantzazu.

“Será una herramienta para seguir fortaleciendo y renovando una sociedad activa e igualitaria”

Diputado general de Gipuzkoa

“Arantzazulab impulsará la participación e implicación ciudadana en la nueva agenda pública”

Directora general de Arantzazulab

“El conocimiento que se genere tendrá el valor añadido de trasladarse a la sociedad”

Decana de la Facultad Huhezi de MU