- Los datos confirman que Euskadi atraviesa un nuevo momento complicado en la pandemia después de que el Departamento de Salud anunciara ayer que el viernes se detectaron en la CAV 835 nuevos casos de COVID-19, la cifra más alta desde el pasado 20 de noviembre -cuando hubo 867 casos nuevos-. Además, el porcentaje de positividad ascendió hasta el 7,4%, volviendo a niveles de hace una semana después de algunos días entre el 5 y el 6%, lo que confirma que la transmisión del virus continúa siendo muy alta.

El viernes se hicieron en la CAV un total de 11.255 pruebas diagnósticas, casi 2.000 menos que la víspera, pero se detectaron 75 casos más, lo que provocó que la positividad pasara del 5,7% del jueves al 7,4% del viernes. Este porcentaje es el segundo más alto desde el pasado 16 de noviembre, cuando fue del 8,9%, después de que el pasado 2 de enero se registrara un pico que llegó al 7,7 %.

De los 835 nuevos contagios detectados, 228 fueron en Gipuzkoa (11 menos que la víspera, cuando se había alcanzado el tope de la semana), 479 en Bizkaia (67 más) y 112 en Araba (12 más). Hubo, además, 16 personas con residencia habitual fuera de Euskadi que dieron positivo.

Los fines de semana el Departamento de Salud no actualiza ni la tasa de incidencia acumulada en los últimos catorce días por 100.000 habitantes ni la distribución de casos por localidades, así que habrá que esperar hasta mañana para conocer la evolución de estos dos baremos para medir la situación de la pandemia. En cualquier caso, parece claro que la tasa de incidencia seguirá subiendo, lo que hace que haya un riesgo claro de que más municipios entren en zona roja y, por tanto, tengan que cerrar de forma perimetral.

En cuanto a la situación en los hospitales, el viernes ingresaron 74 pacientes con covid en planta, 24 más que los nuevos ingresos contabilizados el jueves, y crecieron también de 84 a 86 los enfermos con cuadros más graves.