“No es doloroso ni incordiante”
El cocinero Pedro Subijana dio ejemplo y fue uno de los primeros en vacunarse ayer en el ambulatorio de Ondarreta, en el inicio de la campaña contra la gripe
Durante las próximas seis semanas, los mayores de 65 años, embarazadas y personas con enfermedades crónicas están llamados a vacunarse contra la gripe en los centros de salud. El cocinero vasco Pedro Subijana, de 70 años, dio ejemplo al ser uno de los primeros en acercarse ayer al ambulatorio de Ondarreta, en Donostia, acompañado de su mujer, Ada Pinter, de 69 años. Ambos son partidarios de esta medida de prevención y, según declararon, viene siendo una práctica habitual para ellos desde hace ya varios años.
Al salir de consulta, el chef del Akelarre comentó que, como cada año, la cita de ayer fue “estupendamente”. “No es doloroso ni incordiante. Mi médico de familia me aconsejó vacunarme porque tengo un punto flaco en la nariz y garganta”, comentó Subijana. Además, se refirió a su trabajo en la cocina como un ejemplo de lugar propicio para contraer catarros, debido a los cambios de temperatura que experimenta a diario, pasando constantemente del calor de los fogones al frío de las cámaras.
El cocinero, además, no dudó en invitar a las personas que se encuentran en los grupos de riesgo a que acudan a vacunarse. En su opinión, el sistema de prevención de la gripe es “incuestionable” y su acceso “fácil y cómodo es una suerte que no se puede desaprovechar”. “Gracias a las drogas legales podemos vivir más y mejor”, concluyó.
A esta primera jornada de vacunación también acudieron varios vecinos del barrio de El Antiguo, la mayor parte jubilados que desde la semana pasada ya habían solicitado la cita para ser los primeros en recibir la inyección contra la gripe. Casos como el de Consuelo Olasagasti, de 69 años, que aprovechó la consulta médica para vacunarse. Normalmente acude al comenzar la campaña desde que cumplió 65 años. A diferencia de sus amigos, ella es de las que recomienda ponerse la vacuna porque, según indicó, le ayuda “a evitar gripes fuertes y siempre me ha sentado muy bien”.
De igual manera, Petra López, de 80 años, llegaba a ponerse la vacuna el primer día para cerciorarse de no dejar pasar el tiempo y que se le olvide. “Desde que cumplí los 65 me vacuno todos los años y no he pillado gripes fuertes”, comentó. También, José Ramón Goikoetxea (72 años) acudió ayer a una consulta con su médico y se encontró con la campaña de vacunación. A él particularmente le parece una medida “muy positiva”, puesto que es propenso a contagiarse con facilidad.
José Antonio Arruabarrera, de 79 años de edad y a punto de cumplir los 80, sabía que ayer comenzaba la campaña y se adelantó a sacar cita el viernes pasado. “Me gusta venir los primeros días y llegar pronto a vacunarme. Llevo muchos años poniéndome la vacuna y de momento no me ha ido mal”, apuntó.
Por su parte, Fermín Zelaieta, de 86 años, acudió hasta este ambulatorio tras solicitar la cita ayer mismo. Todos los años se vacuna porque así se siente más seguro.
La vacuna contra la gripe es una medida de prevención pensada para evitar las complicaciones derivadas de la gripe a las que están expuestos los colectivos más vulnerables. Así lo explicó Elena Legorburu Manterola, enfermera del centro de salud de Ondarreta. También dio una primera valoración de la jornada y comentó que las primeras horas fueron “tranquilas” y, según avanzó la mañana, se fueron acercando más personas. Y en el perfil más habitual, por una parte están los mayores de 65 años y, por otra, los menores de 65 con enfermedad crónica. Como explicó Legorburu, estas personas se encuentran dentro de los grupos de riesgo y son más vulnerables y propensos a tener complicaciones.
Según indicó Legorburu, el año pasado de media se vacunaron 3.300 personas aproximadamente. Y en esta nueva campaña se prevé que la cifra sea parecida e incluso superior. En este sentido, también comentó que durante estas semanas se refuerza el personal y eso permite programar una agenda específica de 10.00 a 17.00 horas para vacunar de forma ininterrumpida.
El equipo de enfermería, responsable de la campaña, es el primero en tomar medidas de protección. “Nos protegemos con vacunas y viniendo a trabajar todos los días”, apuntó Legorburu. Es más, como novedad, este año se han colocado dispensadores de mascarillas en las salas de Urgencias, Puntos de Atención Continuada y ambulatorios para frenar los contagios.
El cierre de la campaña antigripal está previsto el 24 de noviembre. No obstante, la fecha se prolongará si quedara población por vacunar.