donostia - El Ararteko pidió ayer a Lanbide que revise la denegación de la Renta de Garantía de Ingresos a una mujer a la que su expareja no abonaba la pensión alimenticia para hacer frente a las necesidades del hijo común aduciendo que no había reclamado la manutención al padre, que además estaba en paradero desconocido.

En una resolución publicada ayer, el Ararteko recuerda que en 2017 ya censuró que Lanbide hiciera una interpretación “extensiva” de la obligación que tienen los preceptores de la RGI de reclamar previamente el pago de toda prestación económica que le pudiera corresponder, como es el abono de una pensión alimentaria, y que estas computaran como ingresos.

El Ararteko incidió en que las familias monoparentales formadas por mujeres con hijos a cargo están siendo especialmente afectadas por situaciones de pobreza y aseguró que en los expedientes de queja que recibe de este colectivo ha constatado que las reclamantes sufren una triple penalización.

Por una parte, porque los progenitores no abonan la pensión establecida en sentencia judicial y tienen que asumir la crianza de sus hijos solo con sus medios, a pesar de estar en su gran mayoría en una situación socio-económica vulnerable.

Además por ver suspendidas o extinguidas las prestaciones que reciben por no llevar a cabo acciones que “no entran dentro de sus posibilidades de actuación” ya que tienen que ver con los deberes parentales del otro progenitor.

En este caso concreto, el Ararteko recordó que la reclamante formaba una unidad de convivencia monoparental con su hijo mayor de edad, pero estudiante dependiente económicamente de ella a la que Lanbide denegó la RGI y la PCV (Prestación Complementaria de Vivienda) porque no había reclamado antes el abono de la pensión de alimentos que le debía su expareja, en paradero desconocido y declarado en rebeldía procesal, que ascendía a 25.836 euros.

El Ararteko recordó que la mujer solicitó asistencia jurídica gratuita para el proceso de divorcio y que inició en más de una ocasión el procedimiento de reclamación de la pensión a nivel judicial, y ello antes de solicitar el reconocimiento del derecho a la RGI. Añadió además que ella no ha desistido en esa reclamación a pesar de encontrarse su expareja en paradero desconocido.

El Ararteko consideró que la mujer sí ha hecho valer su derecho a percibir la pensión y, por ello, recomienda a Lanbide que revise la resolución y que pondere la diligencia del titular de las prestaciones antes de adoptar cualquier decisión que implique la suspensión de la misma. - Efe