El interior de Gipuzkoa hervirá mañana a 37 grados

donostia- Llega el calor, aunque se dejará notar de forma desigual en el interior y en el litoral del territorio. Onintze Salazar, meteoróloga de Euskalmet, explica que si bien hasta el domingo las temperaturas en el interior rondarán los 30 grados, mañana y el jueves se activará el aviso amarillo en estas zonas, porque se podría alcanzar una temperatura media que oscile entre los 35 y los 37 grados.

En la costa también se dejará sentir el calor, aunque con menor virulencia, ya que durante esos dos días las temperaturas oscilarán entre los 28 y los 30 grados. En el litoral, detalla Salazar, no se activará aviso alguno y, si corre brisa, la temperatura podría no superar los 25 grados.

Las noches, tanto en el interior como en la costa, serán cálidas y rondarán los 18 grados.

Siendo estas las previsiones para los próximos días, desde Euskalmet se irán “matizando” los pronósticos aunque, de momento, se puede adelantar que, pese a que continuarán siendo altas, las temperaturas “se suavizarán” y el viernes, sábado y domingo llegarán, en el interior, a los 30 o 32 grados.

El calor será muy potente en distintos puntos del Estado, especialmente el Mediterráneo y en el valle del Ebro, y en otros países de Europa por efecto de una masa de aire cálido del norte de África.

Consejos Ante los días de fuerte calor que se avecinan Javier Oleaga, director de Salud y Socorros de Cruz Roja en Euskadi, aconseja estar pendientes de la hidratación.

“Hay que tener mucho cuidado con los bebés, niños pequeños y ancianos. Hay que darles agua porque a esas edades no toman mucha”, explica Oleaga. También hay que extremar los cuidados en personas con enfermedades crónicas.

“Con los más pequeños y los mayores no hay que esperar a que pidan agua, hay que dársela cada cierto tiempo sin que la pidan”, incide.

“Se han de evitar bebidas alcohólicas y con mucho azúcar, así como las bebidas muy frías o muy calientes”, recomienda el representante de Cruz Roja, que recuerda que también se debe huir “de las comidas muy pesadas”.

Resulta asimismo importante cuidar la forma de vestir para que la incidencia del calor sea menor. Se aconseja “vestir con ropa holgada, con colores claros y bañarse frecuentemente con agua templada”.

Porque, insiste Oleaga, “hay que tener cuidado cuando estamos tomando el sol y no meternos de un tirón en el agua. Hay que ir mojándose poco a poco: tobillos, muñecas y nuca. No entrar de golpe”.

Oleaga repite un mensaje que, apunta, no siempre cala: “Hay que evitar largas exposiciones al sol y más en las horas centrales del día”.

Las personas que hacen deporte deben de extremar la hidratación para que “no te dé un shock”.

En la nómina de consejos Oleaga incluye permanecer en lugares convenientemente ventilados y no olvidar cerrar el vehículo cuando está estacionado.

¿Y cómo hay que actuar cuando surgen los problemas? Hay que estar atentos cuando se nota sequedad en la boca, la temperatura en axila es superior a los 38 grados, se da una sudoración excesiva, se tiene piel seca y se siente cansancio. En estos casos hay que intentar bajar la temperatura e hidratar a la persona, dándole líquidos ni muy fríos ni muy calientes. ”Esto suele ser suficiente para que el cuadro no avance”.

En estos casos cuando se empieza a notar una temperatura excesiva en una persona, lo primero es “llevarla a la sombra e intentar que esta temperatura baje con paños de agua templada. Hay que bajarla, porque si sube de 38 pueden darse problemas serios, como convulsiones y otros efectos”.

Ese cuadro inicial enciende las primeras señales de alarma pero “se puede agravar el tema” cuando ya se empieza con “mareos, vértigos, agitación y dolores de cabeza fuertes”. Si es así no hay que dudar “y hay que acudir inmediatamente al hospital”.

En todos los casos “hay que actuar con sentido común”.