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Denuncian insultos y agresiones por la falta de control en la venta de billetes del autobús al aeropuerto de Loiu

Los múltiples terminales de compra generan que se vendan más billetes que plazas disponibles El sindicato LAB reclama instalar una taquilla en la terminal y suprimir la parada técnica del Paseo de Bizkaia, en Donostia

Denuncian insultos y agresiones por la falta de control en la venta de billetes del autobús al aeropuerto de Loiu

donostia - Carreras para llegar el primero al autobús y asegurarse la plaza, discusiones subidas de tono, insultos e incluso agresiones. Este es el panorama que viven los conductores que realizan el trayecto Loiu-Donostia a consecuencia de un servicio múltiple de venta de billetes que nació con la vocación de facilitar la compra a los usuarios, pero que está generando infinidad de problemas a los chóferes de Lurraldebus. Y no solo porque los diversos formatos en los que los pasajeros obtienen su billete ralentizan la carga de viajeros, sino porque muchas veces se produce una situación de overbooking. “Actualmente hay cuatro sistemas de venta -aplicación móvil, Internet, máquina expendedora y venta a bordo-, algunos permiten la compra anticipada con un margen de hasta tres horas para coger el autobús, la comunicación de estos sistemas con el conductor falla y es imposible controlar las plazas disponibles. Se están dando situaciones en las que se venden mucho más billetes que la capacidad que tiene el vehículo y la gente tiene que quedarse en tierra con el billete comprado y pagado”. Quien habla es Iñigo Peinador, delegado de LAB en el comité de empresa de Pesa y conductor en esta compañía desde hace once años.

El problema no es nuevo, se remonta a 2008, cuando se puso en marcha el servicio. Pero con el filón turístico de Euskadi no ha hecho más que empeorar, hasta tal punto que la pasada Semana Santa un conductor tuvo que requerir la presencia de la Ertzaintza para controlar la carga de viajeros en el autobús.

La coordinación entre los terminales de venta online y los presenciales es prácticamente nula. “Hay momentos en los que llegas a Loiu con todas las plazas vendidas de forma anticipada y tienes que dejar a gente que tiene su billete pagado en la mano”, señala Peinador. Esto genera una gran tensión. “Hace unas semanas, por ejemplo, un matrimonio inglés con dos niños, a los que se les dijo que no había plazas agredieron a un compañero. El marido lo agarró de la pechera mientras la mujer le impedía cerrar la puerta del autobús y todo mientras los dos críos lloraban”, recuerda. Una situación de “enorme tensión” que pone en riesgo la seguridad del trabajador y de los propios viajeros, ya que “después de un episodio así, tienes que salir a la carretera y conducir”.

No es el único incidente ocurrido en las últimas semanas. “El pasado domingo, por ejemplo, a mí me tocaba hacer el último servicio de la noche y nos encontramos con que se habían vendido más de 90 billetes cuando un autobús tiene capacidad para 60. Tuvimos que llamar al servicio que une Bilbao con Donostia para que viniera a Loiu a recoger a los viajeros que se quedaban tirados. Lo pudimos solucionar porque los fines de semana hay servicios nocturnos, pero esa gente podía haberse quedado en tierra”, expone.

La situación ha derivado en “insostenible” y el comité de empresa ha decidido tomar cartas en el asunto: ha remitido un escrito tanto a Pesa, adjudicataria del servicio, como a la Diputación de Gipuzkoa, aunque no han recibido respuesta, por lo que de seguir así no descartan organizar “algún tipo de movilización, que todavía está sin definir”.

la prioridad, una taquilla La reclamación a los responsables del servicio es clara: la instalación de una taquilla con personal en el aeropuerto bilbaino, que permita centralizar todas las ventas y, por lo tanto, controlar mejor el número de billetes que se emiten. Pero no es la única. Los conductores también han detectado problemas con la parada del Paseo de Bizkaia, en Donostia, que está “autorizada exclusivamente para la bajada de viajeros, pero no de maletas”. Esto obliga a los conductores a no abrir el maletero, lo que genera mucha confusión, especialmente entre los turistas, que demandan apearse en esta “parada técnica” y sacar sus maletas. “Estamos muy preocupados. En Semana Santa lo hemos pasado muy mal y en verano puede ser peor”, teme este conductor.

problema en la línea de arrasate Una situación similar ocurre con la línea que une Donostia con Arrasate. En este caso, la venta de billetes está autorizada tanto de forma anticipada como en el autobús, pero no en taquilla, por lo que en “días y horas puntuales”, se reproducen los mismos problemas que surgen en la conexión con el aeropuerto. Una situación que, a juicio de los empleados, sería fácilmente subsanable si una taquilla con personal en la estación de Donostia permitiera centralizar las ventas.