Donostia - La superficie de pinos afectada por la enfermedad llamada de la banda marrón se ha más que duplicado en el último año debido, fundamentalmente, a una climatología marcada por el aumento de la temperatura y de la humedad.

La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, compareció ayer en comisión parlamentaria a petición de Elkarrekin Podemos para informar de las actuaciones que se van a llevar a cabo para hacer frente a esta enfermedad, después de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación denegara la solicitud hecha por las diputaciones para una fumigación aérea de las zonas afectadas con óxido cuproso.

Tapia dio a conocer que en 2018 había afectadas en Euskadi por la banda marrón unas 41.000 hectáreas de pino radiata y que actualmente hay unas 35.000 “muy afectadas” y otras 60.000 afectadas de una manera u otra. Auguró que la afección de esta enfermedad provocada por tres especies de hongos diferentes “siga siendo importante en los próximos meses” por la climatología y detalló que las zonas enfermas se distribuyen prácticamente por toda la comunidad, excepto Araba y la comarca de Enkarterri (Bizkaia).

La consejera explicó que las instituciones vascas han presentado un recurso de alzada contra la negativa del Ministerio de Agricultura a permitir la fumigación aérea que, recordó, se iba a aplicar a 13.000 hectáreas, después de los informes elaborados por la Agencia Vasca del Agua URA sobre la posible afección de la medida en masas acuíferas.

Tras desvelar que todavía el Gobierno español no ha resuelto el recurso, Tapia insistió en defender la fumigación aérea como un “método eficaz y viable” para hacer frente a la enfermedad, como se ha demostrado en lugares como Nueva Zelanda y Chile, citó.

Por tierra Explicó que el ministerio sí ha autorizado la utilización del óxido cuproso mediante un tratamiento terrestre entre este mismo lunes y el 29 de julio próximo, y que va a ser el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario Neiker el que va a coordinar las tareas y decidirá la idoneidad de cada momento para aplicar el tratamiento. Gipuzkoa prevé que esta semana se publique la orden foral que regule las condiciones en las que se aplicará.

Este tratamiento experimental se va a realizar en 1.050 hectáreas y la consejera recalcó que se va a llevar a cabo con una “absoluta garantía de legalidad e inocuidad para las personas, fauna y flora” de las zonas, de forma “exquisita” y en colaboración con el Ministerio, URA y la UPV/EHU.

Tapia dio a conocer que en el mismo se va a utilizar óxido cuproso, pero también otros elementos y sustancias naturales como bicarbonato sódico y ácido cítrico, sobre las que lleva tiempo trabajando Neiker, instituto que, además, está estudiando cómo estimular la resistencia del pino a enfermedades mediante el uso de determinados fertilizantes.

Dijo que se está trabajando en la manera de hacer frente a este tipo de plagas, pero también para ver qué especies son las más adecuadas para reforestar por una “eventual” llegada de una climatología mucho más seca en un futuro. - Efe