Málaga - El dispositivo de rescate de Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo el pasado 13 de enero en Totalán (Málaga), sufrió ayer un grave contratiempo al verse obligado a ensanchar el túnel vertical de 60 metros que se terminó el lunes por la noche para construir desde ahí una galería horizontal que llegue al menor. Los tubos del encamisado del túnel no pudieron sobrepasar los 40 metros de profundidad y, ante el riesgo de que se pudieran quedar atascados, se decidió sacarlos para preservarlos en perfecto estado, informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga.
Se barajaron varias opciones y se optó por la que se considera más segura, que consiste en rellenar el túnel con tierra fina y volver a perforarlo con un engrosamiento un poco mayor, según dichas fuentes, que añadieron que no es posible dar una estimación de tiempo. Este nuevo revés causará un retraso en las previsiones, ya que la Brigada de Salvamento Minero de Asturias iba a empezar ayer al mediodía a excavar una galería horizontal de cuatro metros que conectara el túnel con el pozo, una tarea que requiere unas 24 horas.
Informes al juzgado Por su parte, el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga empezó ayer a recibir todos los informes, declaraciones y atestados relacionados con el suceso y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil trata de determinar cómo se hizo el pozo y si contaba con los pertinentes permisos, por lo que tomó declaración a la persona que lo hizo y al dueño de la finca.
Todos los informes, declaraciones y atestados que están realizando los agentes serán remitidos al titular de dicho Juzgado sin necesidad de que sea requerido por el juez, al igual que la prueba de ADN que se le hizo la semana pasada a un pelo de Julen (encontrado entre la tierra extraída del pozo) que fue cotejado con los familiares y con un biberón del menor.
El Seprona intenta dirimir qué se hizo antes, el pozo donde cayó el niño o la zanja que hay en los terrenos de la finca, un dato importante para la investigación, ya que podría dar veracidad a la declaración del empresario que abrió el pozo, Antonio Sánchez, quien aseguró que selló el orificio y que su actuación fue modificada posteriormente, según fuentes cercanas al caso.
Otro punto importante para los agentes es determinar si los movimientos del terreno para hacer la zanja pudieron mover la piedra con la que supuestamente el pocero cerró el agujero.
Transformación del paisaje El Cerro de la Corona de Totalán, donde se encuentra el pozo, era hasta hace un semana un típico paraje de la Axarquía malagueña que, tras nueve días de labores de rescate del niño, sufre una transformación radical. El tradicional paisaje de almendros en flor y olivos ha dado paso a una imagen que puede asemejarse a la de una explotación minera, y el cerro ha desaparecido tal y como era conocido por los vecinos de este municipio.
Totalán es una “familia” de 700 habitantes que volcó toda su solidaridad para apoyar a la familia del pequeño y al dispositivo que lo busca, según su alcalde, Miguel Ángel Escaño. La propietaria de la casa en la que se están alojando los padres de Julen, Ángela Alcaide, explicó que sintió desde que se enteró de la noticia la obligación de ayudar: “He hecho lo que había que hacer y ya está”. Alcaide indicó que no busca “ningún protagonismo”, sino que les salió “del alma” a ella y su marido, que han puesto a disposición de la familia de Julen lo “poco” que tienen. “Lo que queremos es que termine esta pesadilla”, afirmó Alcaide, que añadió que los padres “están allí como si fuera su casa, el tiempo que haga falta”. - Efe