avilés - Cinco muertos y quince heridos. Este es el trágico balance que dejó ayer el accidente de un autobús de la compañía Alsa en Avilés (Asturias), que colisionó contra un pilar de cemento de un viaducto en obras. Los cinco fallecidos son tres hombres y dos mujeres de entre 52 y 77 años y vecinos de Asturias, al igual que los heridos, según informó el consejero de Sanidad del Principado, Francisco del Busto.
El siniestro se produjo a las 13.40 horas, cuando por causas que se desconocen el autobús chocó contra este pilar. Como consecuencia de la colisión, el vehículo, que cubría la ruta Cudillero-Avilés-Gijón, quedó completamente empotrado en la pilastra de cemento, en la carretera de circunvalación de Avilés.
Al parecer, en el momento del accidente, el autobús iba a unos 80 o 90 kilómetros por hora. Por la trayectoria que siguió en los últimos metros del recorrido, las primeras hipótesis apuntan a que el conductor pudo haber sufrido un desvanecimiento. Esta es la teoría que barajan desde la Guardia Civil y también desde la propia compañía. Según Alsa, las primeras investigaciones y algunos testigos apuntan a que “el conductor haya podido sufrir algún tipo de desvanecimiento, que le ha impedido controlar la trayectoria del vehículo”.
El autobús se salió de la vía por el margen derecho, regresó a la izquierda y siguió recto, sin que hubiera prácticamente frenada en la calzada, antes de colisionar contra el pilar de hormigón. Con esta trayectoria, según las mismas fuentes, cobra más fuerza la hipótesis de que el conductor, que se encuentra en estado grave, hubiera sufrido una indisposición, una bajada de glucosa e, incluso, un infarto.
Un portavoz oficial de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón explicó que la investigación no descarta hipótesis alguna y tendrá que ser, una vez finalizada la instrucción, la que determine las causas del accidente, algo para lo que también será fundamental la información del tacógrafo. Alsa informó de que el autobús había salido a las 12.35 horas de Cudillero, 55 minutos antes de sufrir el accidente, cuando se encontraba en el kilómetro 1 de la AI-81 con una veintena de pasajeros a bordo.
El autobús, según la compañía, estaba dotado “de los más modernos sistemas de seguridad y había pasado favorablemente la última ITV en marzo de este año y su última revisión de mantenimiento el 19 de agosto”. El conductor había realizado también, según la empresa, su último reconocimiento médico en abril de forma satisfactoria.
El presidente de la compañía de transporte, Jacobo Cosmen, aseguró que el conductor, vecino de la localidad asturiana de Pravia, tenía un expediente brillante y llevaba años trabajando para Alsa.
Por su parte, el consejero de Presidencia de Asturias, Guillermo Martínez, de cuyo departamento dependen los servicios de emergencia del Principado y que se trasladó hasta el punto del accidente para seguir de cerca las labores de rescate y traslado de heridos, recordó que hacía años que no se producía un accidente de este tipo en esta comunidad autónoma.
El último de esta magnitud tuvo lugar el 6 de abril de 2006, cuando dos niños y dos monitores fallecieron y otras treinta personas resultaron heridas, tres de ellas “muy graves”, al salirse de la calzada, en Pola de Lena (Asturias), un autobús en el que viajaban un grupo scouts de Gijón.
Tanto el Gobierno del Principado como el Ayuntamiento de Avilés declararon ayer sendas jornadas de luto oficial en señal de duelo por el accidente y por las cinco víctimas mortales. - Efe