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Nicolao, el nadador argentino que no pudo competir debido al tráfico

Tardó cuatro horas y media en llegar en vez de los 22 minutos habituales

Nicolao, el nadador argentino que no pudo competir debido al tráficoefe

Buenos Aires. Candidato al podio y uno de los mejores nadadores en la historia de Argentina, Luis Alberto Nicolao hizo todo lo posible para darle a su país una medalla en la primera cita olímpica americana, en México 1968, pero una retención de tráfico le impidió competir.

Se quedó con las ganas de comprobar en la piscina si podía subirse a un podio que hubiera sido histórico para el deporte albiceleste en los 100 metros mariposa, estilo que debutaba en los Juegos y distancia en la que Nicolao había batido dos veces el récord mundial.

"Estaba a tan solo 22 minutos de la pileta olímpica y me tomé un bus de la organización cuatro horas y media antes del comienzo de mi serie semifinal. Llegué justo en el momento del disparo de mi prueba y no pude competir", recordó el nadador en diálogo con Efe desde la ciudad de Mar del Plata, donde vive desde hace más de 30 años.

Dos veces plusmarquista mundial de esa especialidad en 1962 y 24 veces campeón sudamericano, Nicolao aseguró que con 24 años aquella historia lo frustró tanto que nunca más volvió a competir de forma oficial. "Terminé con mi carrera a un 72% de mi potencial por aquel hecho en México el 20 de octubre de 1968".

"Luego de entrenarme por casi tres años en el Santa Clara Swimminig Club de California y realizar una aclimatación de más de un mes, no pude medir mis posibilidades en el agua", rememoró Nicolao, que ganó tres medallas de bronce panamericanas en su corta carrera.

Tras finalizar séptimo en los 100 metros libres, una distancia que se inauguró para esos Juegos de México, Nicolao esperaba con ansias la prueba de mariposa porque sus pergaminos le permitían soñar con un podio. Sin embargo, el caos de tráfico, sumado a la disputa ese día del maratón, llevó a que esas cuatro horas y media que tardó en recorrer un trayecto que se hacía habitualmente en 22 minutos hasta la Alberca Olímpica cambiara su destino.

"Tenía marcas que me permitían ilusionarme y fue lo que incentivó a mi entrenador en Estados Unidos, George Hays, a señalarme que el sueño de una medalla era posible. Luego del incidente esperé hasta las dos de la mañana para que la Federación Internacional de Natación (FINA) me habilitara una carrera extra para medir mi tiempo".

Después de que le comunicaran la negativa a esa segunda oportunidad, Nicolao y los integrantes de la delegación uruguaya nadaron una prueba extraoficial con resultado igual al de los tres ganadores de las medallas: Douglas Russell, Mark Spitz y Ross Wales. "Al día siguiente, junto a Juan Carlos Bird su entrenador, nos encontramos con un gran campeón mexicano de saltos ornamentales que nos contó que su mujer estuvo en el debate de la Federación Internacional sobre el caso y que los dirigentes argentinos no acompañaron esa reclamación", sostuvo.