2 Isabel Laguna/Efe

Cádiz - La chirigota La familia verdugo, que representó a un Carles Puigdemont bajo la guillotina en su actuación durante el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz, cree que la polémica suscitada por esta escena "no tiene ni pies ni cabeza".

"Esto es solo carnaval", dijo en una entrevista con Efe David Olmedo, representante legal de la agrupación y uno de los tres integrantes de esta chirigota de Chiclana de la Frontera que se disfrazó del expresidente catalán en la escena que ha levantado la polémica al simular que se le guillotina.

Los miembros de la agrupación están, sobre todo, "sorprendidos" de que lo que para ellos es un chiste más de las chirigotas, les haya llevado a ser protagonistas hasta de debates en la televisión estatal.

Es "surrealista", comenta otro de los miembros de la agrupación que tuvieron que escaparse un rato de sus respectivos trabajos para atender a los medios que les reclaman que dieran explicaciones sobre lo que algunos han entendido como un humor que esconde odio.

"Invito a todo el que se haya molestado a que venga al Carnaval de Cádiz, a los carnavales de todos los pueblos de aquí, y que se empape de lo que es el Carnaval. Está todo hecho desde el cariño, sin ningún motivo para tomárselo así, con todo el respeto del mundo, sin animo de ofender a nadie", continúa este chirigotero.

"Me cuesta trabajo hasta explicarlo", señala David Olmedo, que aventura que las críticas vienen de gente que "puede que no haya entendido" la actuación y en un momento en el que el ambiente está "un poco crispado".

Asegura que escoger a Carles Pugidemont para una de sus letras "no tiene por qué tener una referencia política", porque es un personaje público con "el tirón suficiente" como para meterlo en una copla carnavalera, como han sido y son desde la familia real, a futbolistas, cantantes o gente famosa.

"Nosotros aquí nos reímos de nosotros mismos. Partiendo de ahí, de todo tipo de personajes públicos y se lo toman bien, porque no hay otra forma de tomárselo", señala mientras recalca que una chirigota hace "ficción" y por eso, en este caso, lo que hay en el escenario "no es una guillotina, es un yugo".

David Olmedo afirma que "después de todo esto" le encantaría que el jurado les declarase "aptos" para pasar a la siguiente fase del concurso, de cuartos de final. "El jurado decidirá" pero si la chirigota vuelve a estar en el Gran Teatro Falla no piensa borrar la escena por las críticas.

"No tenemos por qué cambiarla, puede haber pequeños cambios, pero no tenemos intención de cambiarla. Está hecho con cariño, sin ganas de ofender a nadie y ha hecho el efecto que queríamos, que es al fin y al cabo hacer reír", apunta. Mientras tanto esta chirigota intenta mantenerse "al margen" de discusiones políticas sobre el nacionalismo catalán.