Barcelona. La directora francesa Coralie Fargeat ha construido un personaje femenino con la energía y fuerza del protagonista de Rambo en su ópera prima, Revenge. El argumento trata de una joven a la que dan por muerta y abandonan en medio de la nada, tras ir de caza con unos hombres, que se levanta y persigue su venganza, creciendo y empoderándose.

El filme compite en la sección oficial del Sitges-Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, y Fargeat, que también es guionista, explicó en una rueda de prensa que la idea inicial del proyecto fue la de un personaje visto inicialmente como una chica débil y vacía, que se transforma en alguien poderoso y fuerte, abordando el tema de cómo la gente puede juzgar a alguien y cómo es en realidad.

Relató que antes de hacer esta película había visto Mad Max la primera, la original, Rambo y Kill Bill la única en la que vio a una mujer buscando venganza, pero destacó que quiso darle su visión personal, jugando con los tópicos y poniendo "patas arriba" y evolucionando la imagen de la mujer que se acostumbra a ver en pantalla.

"Cuando escribí la película me imaginé a mí misma en el personaje y pensé cómo descubriría todo eso si estuviera en esa situación", aprendiendo desde cero a usar armas y haciéndome a mí misma, dejando atrás ese inicio en que todo es fácil que tienen este tipo de películas", añadió, después que el director del festival, Àngel Sala, celebrara la presencia de una directora femenina en este género.

Al ser preguntada por una escena especialmente sangrienta, explicó que en ell ocurre como en películas de Quentin Tarantino y surcoreanas de este género, que tienen un cierto espíritu de dibujos animados porque son sangrientas y a la vez divertidas: "Me parece catártico el hecho de poder ir tan lejos", más allá de la realidad y superando la racionalidad.

"La primera película es siempre un momento muy especial", y una de las dificultades más claras fue la financiación, ya que se trata de una película atípica en Francia, donde hay poco de este género, y por tratarse de una época dura económicamente, detalló después de haber presentado la película en el festival cuyo principal patrocinador es Gas Natural Fenosa, que se alargará hasta el domingo.

Más adelante dijo que la presencia de las hormigas en el desierto simboliza la violencia. Señaló que en la segunda parte del filme quiso crear una "estrecha y clara relación con el mundo de los sentidos, la carne y la naturaleza".

Fargeat observó que las mujeres tienen más dificultades para realizar puestos técnicos en la industria: "Las antiguas mentalidades todavía imperan, aunque sea de forma inconsciente y no sea visible. Creo que cuando eres un chico parece que tienes ambición y eres un genio, pero cuando eres una mujer, la gente llega a pensar que eres molesta", sentenció. E. Press