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“Un bombero me ha dicho: Gracias a que estabas aquí, si no se lo lleva el mar”

Una guardia municipal se tira al agua para mantener con vida hasta la llegada de los bomberos a un británico que se cayó siete metros desde el AquariumErne pide su reconocimiento

“Un bombero me ha dicho: Gracias a que estabas aquí, si no se lo lleva el mar”Bomberos

donostia - Fue el protagonista inesperado del día. Este guardia municipal en prácticas, que prefiere mantenerse en el anonimato, no lo dudó cuando tuvo que tirarse al agua para alcanzar a un turista británico, de 37 años, que yacía sobre una de las rocas sobre las que rompe el mar, tras caerse siete metros desde la plazoleta del Aquarium. “Un bombero me dijo: Porque estás aquí, si no, se lo lleva el mar”, recuerda este agente en declaraciones a NOTICIAS DE GIPUZKOA, que estuvo durante 25 minutos agarrando el cuerpo del hombre para evitar que las olas se lo tragaran.

Todo comenzó cuando el turista, junto con su pareja, se encontraba subido al pretil de la plaza donde se ubica la entrada principal al Aquarium donostiarra. Por causas que se investigan, se cayó desde una altura de seis o siete metros hasta las rocas. Los gestos y aspavientos de su pareja alertaron al vigilante del puerto donostiarra que, al acercarse, alertó de lo sucedido al 112.

Eran las 5.45 horas cuando se recibió el aviso, según informaron los bomberos. Los primeros en llegar fueron las patrullas de la Guardia Municipal. “Le vimos que estaba en una zona de rocas, en una arista boca abajo. No sabíamos si estaba consciente”, rememora este héroe inesperado.

Los silbatos de las patrullas alertaron a los barcos de la zona. Una policía accedió a uno de los barcos y este agente le acompañó. Al final, tres municipales subieron al bote para acercarse hasta el herido. “Como lo había visto desde arriba, sabía que me tendría que tirar al agua, así que me fui quitando la ropa”, señala. Cuando alcanzaron al turista, las olas llegaban solo a los pies del herido. “El mar estaba más o menos en calma, pero luego fue subiendo la marea e intenté subirlo. Conseguí desplazarlo algo gracias a una ola”, añade. No fue fácil. Los minutos en el agua comenzaron a pasarle factura. Y eso que, como admite, lo valoró antes de meterse al agua. “No me tiré a lo loco”, confiesa.

Pero eran las 6 de la mañana y hacía frío. El herido, aunque consciente, “estaba aturdido”. “Le hablaba en inglés y le pregunté cómo se llamaba, pero no le entendía porque balbuceaba. Estaba ebrio y decía que tenía mucho frío”, recuerda.

Una vez llegaron los bomberos, fijaron el camión grúa en la plaza Jaques Cousteau y el agente se retiró a otra roca, con una manta térmica para intentar entrar en calor. Mientras tanto, los bomberos izaron la camilla con el herido, que posteriormente fue trasladado al Hospital Universitario Donostia donde quedó ingresado.

La actuación del agente suscitó el reconocimiento del resto de profesionales que actuaron en el rescate. El sindicato Erne, de hecho, anunció que mañana tienen intención de registrar en el Ayuntamiento una petición para que se felicite al guardia municipal. Según indicaron fuentes del sindicato, quieren que se aplique, por primera vez en Donostia, el decreto del Gobierno Vasco que regula las felicitaciones por acciones meritorias. El propio agente restó importancia a este asunto. “Yo lo que veo es que hacemos muchas cosas que no se saben. Nuestra labor del día a día es mucho más que esto, que es solo una anécdota, pero no salen en los medios”.