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‘Rita’, la guardiana de Saioa

gracias al mecenazgo del rotary club de donostia, una niña autista de tres años es asistida en su quehacer diario por una perra labrador adiestrada para esta labor

‘Rita’, la guardiana de Saioa

hasta hace bien poco, ir con Saioa por la calle era “una odisea”, explica su madre, Inga Aguirreamalloa. Saioa es una niña de tres años que tiene autismo, pero gracias a Rita, una preciosa perra labrador, a partir de ahora su vida va a ser más sencilla, y también para su familia.

El acompañamiento de Rita va a suponer “mayor calidad de vida” para Saioa, explicó ayer una feliz madre a los medios convocados en Donostia para asistir al acto simbólico de entrega de esta adiestrada perra en el acompañamiento de niños con autismo. Se trata de un valioso recurso psicopedagógico que ha sido posible gracias a la colaboración económica del Rotary Club de San Sebastián, que ha actuado de mecenas de esta familia vizcaina ante la Fundación Bocalán, especializada en el entrenamiento y entrega de estos perros aptos para el acompañamiento de niños y personas con necesidades especiales.

Ahora, la familia, que vive en Bilbao, puede salir a pasear con mayor tranquilidad y sin el miedo de que Saioa “se precipite a la carretera”. La niña ve amarrada a su nueva amiga con un cinturón y, de esta manera, “lleva mucho mejor los cambios de sentido”, momentos que la alteran y pueden provocar que se niegue a continuar caminando.

“Que Rita le guíe puede parecer algo incómodo para ella, pero no es muy invasivo y por ahora lo está llevando muy bien”, recalcó su madre. Además, la perra desempeña la función de guardiana y cuando la pequeña tenga una rabieta “le va a ayudar a calmarse”.

Pese a que Saioa no es muy consciente aún de ello, “la perra ya es una más de la familia”, asegura su madre. El acoplamiento para que el tándem sea perfecto “puede tardar hasta un año”. La familia recogió al animal el pasado 22 de diciembre en Madrid. Antes de la entrega de Rita, toda la familia recibió durante una semana un cursillo para facilitar su adaptación al can para poder manejarlo de forma adecuada. La hermana mayor de Saioa, Iraia, es la más interesada en Rita, pero en casa le están enseñando que “no es una mascota al uso”. Tiene sus ratos de ocio, pero cuando le colocan el peto, es momento de trabajar.

Fue una amiga de la tía de Saioa la que informó a su familia de la existencia de la Fundación Bocalán, una entidad que adiestra a perros de asistencia para niños con autismo, personas con discapacidades físicas o para la detección de las hipoglucemias que tienen las personas con Diabetes de tipo I.

La lista de espera era amplia, y para recortar los plazos, la familia necesitaba un patrocinador, papel que ha cumplido el Rotary Club de San Sebastián. “Desde el principio, cuando nos contactaron, nos motivó. Los proyectos con niños son muy cercanos”, afirmó ayer Gabriel Sola, miembro del club. Mediante diversas actividades benéficas, consiguieron la financiación para costear el perro, pues las familias no se hacen cargo del coste, ya que la Fundación Bocalán defiende que “los perros son un derecho de las personas con discapacidad”.

La fundación tiene 20 años de vida. Entrega una media de siete perros al año. A través de la experiencia han comprobado mejoras en la capacidad de adquirir lenguaje de los niños con autismo, sobre todo aquel que está relacionado con las actividades que se llevan a cabo con el perro. “La interacción social cambia, porque para el niño es más sencillo entender el comportamiento del perro que el nuestro, que es mucho más complejo. Al final, el diagnóstico mejora en todos los aspectos de la calidad de vida del niño”, recalcó Bustos.

El empleo de perros como método terapéutico de niños con necesidades especiales no es nueva. En Gipuzkoa, el centro para la innovación social Anateusk lleva unos años trabajando en este campo y al igual que en el caso de Saioa con Rita, también ha adiestrado perros para convivir con niños autistas.