donostia - Las regiones de ambos lados del Pirineo se han unido para proteger el hábitat de las aves necrófagas (las que se alimentan de cadáveres de otros animales), como los buitres, bajo el proyecto europeo Ecogyp, cuyo objetivo es “fortalecer la cohabitación entre personas y estas rapaces”, y que se puso en marcha el pasado mes de noviembre.

En Ecogyp participan las diputaciones forales de Gipuzkoa y de Araba; la Fundación Hazi, el Gobierno de Navarra (a través de la empresa pública Gestión Ambiental de Navarra); la Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO); la Fundación Catalunya La Pedrera; y la Diputación General de Aragón.

La colaboración entre las administraciones y las regiones para preservar la biodiversidad en los Pirineos data de tiempo atrás, pero el valor añadido que aporta el proyecto Ecogyp es que por primera vez todas las regiones que ocupan la zona pirenaica (desde el Mediterráneo al Atlántico) trabajan de manera conjunta para desarrollar un marco común de gestión sostenible de rapaces necrófagas.

Las aves necrófagas incluidas en el proyecto Ecogyp son el quebrantahuesos, alimoche común, milano real, buitre leonado y buitre negro. Estas especies y sus hábitats están presentes en todo el espacio Poctefa, proporcionando importantes beneficios (tanto para el equilibrio de los ecosistemas como por los servicios ecosistémicos que generan), pero se encuentran seriamente afectadas por un buen número de amenazas (envenenamientos, molestias humanas en las zonas de nidificación, electrocución y colisión, deterioro del hábitat y disponibilidad de comida, entre otros).

Todas ellas son aves longevas, que empiezan a reproducirse tarde (5-8 años) y con bajas tasas de productividad al año. Cualquier causa no natural que aumente la tasa de mortalidad en edad adulta o que disminuya las tasas de productividad constituye graves problemas de conservación para estas especies.

seguimiento por gps Entre las actuaciones comprendidas en el proyecto, ya se ha comenzado con el seguimiento de la reproducción y el censo de la población de quebrantahuesos, y este 2017 se realizará de milano real y alimoche. Además, se ha marcado y colocado seguimiento por GPS a un ejemplar adulto de quebrantahuesos, que proporciona información sobre su ubicación y sobre el uso del espacio de estos animales.

Se trata de un proyecto transfronterizo, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y enmarcado en el Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (Poctefa 2014-2020), Eje 3, encaminado a “promover la protección, la valorización y el uso sostenible de los recursos locales”. Tiene un presupuesto concedido de 2.188.765 euros, financiado al 65% por los fondos Feder (1.422.697 euros). Navarra aporta un total de 228.317 euros. - Efe