Un nutrido grupo de usuarios de sillas de ruedas se dieron cita al mediodía de ayer en el Peine del Viento, convocados por la Federación de Personas con Discapacidad Elkartuz, para demostrar a quien quisiera comprobarlo que no es posible disfrutar del placer de darse un paseo por el espacio creado por Peña Ganchegui y Chillida si se tiene que transitar sobre estos asientos. A las dificultades para rodar sobre la piedra de las sillas de ruedas convencionales y eléctricas se unen, además, las averías que pueden sufrir estos asientos. Por ello, incluso en el acto reivindicativo de ayer, algunos no se atrevieron a meterse con la silla de ruedas sobre el granito rosa.

Por un disfrute igualitario o Txillidak bide irekiak zituen gogoko. Guk ere! fueron algunos de los lemas que escribieron los afectados por discapacidad en las cartulinas que colocaron en el suelo, a modo de pasillo. Eso es precisamente lo que reclaman al Ayuntamiento: que habilite un pasillo liso para que puedan acercarse hasta el final del paseo no solo quienes transitan sobre cuatro ruedas sino, también, los adultos que llevan cochecitos de niño y las personas con movilidad reducida, en general.

Hasta el momento, según el portavoz de Elkartuz, Mikel Malkorra, el Ayuntamiento no ha dado ninguna respuesta a sus peticiones más allá de buenas palabras. Las soluciones técnicas existen, según recalcan. Una de ellas sería la colocación de una resina transparente que, sin ocultar la piedra, crease un pasillo liso por el que poder transitar con dificultad. Existen otras técnicas más drásticas, como el lijado de una parte del paseo o la colocación de alguna plataforma sobre la piedra. Elkartuz no se decanta por ninguna, pero reclama que el Ayuntamiento “asuma su responsabilidad y garantice la accesibilidad universal a este lugar, que es un importante punto artístico y cultural, pero también un enclave público”, recalcó Malkorra. “Un espacio de un valor cultural y artístico tan relevante tiene que permitir al conjunto de la ciudadanía, y a las personas con movilidad reducida en particular, el acceso y desenvolvimiento en la zona en condiciones de seguridad, comodidad y dignidad”, defendió.

El portavoz de Elkartuz, además, calificó de “postura intransigente” la expresada por la familia del arquitecto Peña Ganchegui, uno de los autores del enclave. “Se niegan a cualquier tipo de intervención” que permita el paso de las sillas de ruedas, señaló. No obstante, quiso recalcar que “la responsabilidad es del Ayuntamiento, que es el que tiene que tener el liderazgo y la obligación de garantizar la accesibilidad universal de los ciudadanos”.