Premiados por detectar el intento de estafa al seguro de dos vascos
Las entidades aseguradoras reconocen la labor para descubrir fraudes y los casos más llamativos
donostia - Rinoplastias de carácter estético que se hacen pasar por operaciones de hemorroides; coches que son pura chatarra y caen por un terraplén; personas que sufren hasta 19 accidentes de tráfico en poco tiempo; atunes vivos que “escapan” de sus jaulas y acaban siendo vendidos a una empresa; o equipos de sonido inexistentes robados en una discoteca. Estos son algunos de los casos de estafa a compañías de seguros detectados en 2015 y que han merecido los premios que otorga Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA). En la relación de fraudes detectados premiados este año figura uno protagonizado por dos “funcionarios vascos”, que tras contratar pólizas individuales con tres entidades sufrieron un siniestro de tráfico en Cantabria y reclamaron la incapacidad permanente absoluta.
Según los datos facilitados por Unespa e ICEA, el año pasado los intentos de fraude al seguro tuvieron un impacto de 550 millones de euros. En 2015 se produjeron cerca de 306.000 reclamaciones fraudulentas a compañías de seguros a través de siniestros simulados, inducidos o inventados, así como incidentes fortuitos en los que se exageran los perjuicios sufridos. En el conjunto del sector asegurador, las entidades estiman que un 1,22% de los partes que reciben son fraudulentos. La cobertura que presenta una mayor propensión a las estafas son los daños corporales en accidentes de tráfico -se da en un 5,35% de los casos-, seguidos del robo -3,79%- y los daños materiales -1,8%-.
Entre los casos de fraude detectados por las compañías tras una labor de investigación y que han merecido el reconocimiento de ICEA se incluye un accidente de tráfico en una rotonda en el que resultaron “presuntamente lesionados” dos funcionarios vascos. Este siniestro ha merecido el tercer premio en la categoría de seguros personales (las otras dos modalidades son automóviles y diversos). Los galardones premian el esfuerzo de los profesionales para detectar y combatir estafas.
De acuerdo con la narración del caso que hace la organizadora de los premios “un vehículo entró en una rotonda sin respetar la preferencia de paso e invadió un carril colisionando con otro vehículo. En el siniestro, acaecido en Cantabria, resultaron presuntamente lesionados dos personas. Los accidentados, que eran funcionarios vascos, tenían contratadas pólizas individuales con tres entidades, reclamaban una indemnización por lesiones y solicitaban la incapacidad permanente absoluta. Las declaraciones del conductor que causó el accidente llamaron la atención, pues alegó que parecía que las víctimas estuvieran buscando la colisión. La existencia de un multiaseguramiento, entre tanto, hizo pensar a los tramitadores del siniestro que a los afectados podría motivarles un enriquecimiento ilícito. Tres de las aseguradoras implicadas decidieron investigar a los lesionados. La labor de seguimiento puso en evidencia que los accidentados se encontraban en buen estado y que las lesiones que reclaman eran simuladas”.
Cirugía plástica En la misma categoría (seguros personales) ha recibido el segundo premio una estafa para reclamar el reembolso de gastos médicos por parte de pacientes de una clínica madrileña que se sometían a operaciones de cirugía plástica -no cubierta por el seguro- haciéndolas pasar por operaciones de hemorroides y fisura anal. “Llamó la atención -dice la descripción del fraude- que todos estos casos siempre provenían de un mismo centro médico de Madrid, del mismo cirujano y se llevaban a cabo en el mismo hospital. Al indagar más a fondo, se constató que existían varios casos idénticos en los últimos cuatro años. El perfil de la paciente era, igualmente, siempre el mismo: mujeres jóvenes, de posición socioeconómica parecida y aquejadas todas ellas de problemas de hemorroides con un tratamiento previo sin mejoría y con posterior intervención quirúrgica”. “Un equipo de detectives contratado al efecto acudió a la clínica sospechosa y solicitó información para una rinoplastia. Cuando se consultó qué parte de la intervención podría sufragar el seguro, el médico ofreció a los detectives que actuaban de incógnito realizar una ‘pequeña triquiñuela’. En concreto, les dio las instrucciones sobre cómo presentar el parte ante la aseguradora y les explicó que él se ocuparía de entregar la documentación como si fuera una intervención de cirugía general (supuesto cubierto por la póliza) en lugar de un caso de cirugía plástica (concepto no contemplado por el seguro)”.
muchos atropellos El primer premio en la modalidad de automóviles ha recaído en una investigación que destapó la existencia de una red de delincuentes especializados en simular atropellos. Tras las pesquisas iniciadas por unas coincidencias “se pudo comprobar cómo los implicados estaban relacionados entre sí. De hecho, se descubrió que se habían visto implicados en 30 accidentes de tráfico distintos. Alguno de los miembros de la red había llegado a estar involucrado en 19 siniestros, unas veces como conductor y otras como presunto peatón atropellado”.
En el caso que mereció el segundo premio en el ramo de automóviles la aseguradora analizó los expedientes donde coincidía como reclamante un mismo abogado de Murcia. “A partir de ahí, trató de dilucidar si existían patrones comunes entre los distintos siniestros. Las pesquisas permitieron descubrir cómo el letrado captaba a lesionados para hacerlos pasar por víctimas de accidentes de circulación, a las que representaba en los pleitos. En esta tarea contaba con la connivencia de una clínica de rehabilitación que, en lugar de facturas, emitía albaranes falsos. Esta investigación puso al descubierto las reclamaciones indebidas de ocho lesionados ficticios y logró un ahorro de 57.000 euros en indemnizaciones”.
En la modalidad de “diversos” se han reconocido las detecciones de tres fraudes en los que se simularon robos de bienes tan variopintos como bonitos vivos, equipos de sonido, botellas de licor y motores.