“Estamos demostrando que somos una generación capacitada para adaptarnos a situaciones complicadas”
La tolosarra Ane Miren Salvador, de 27 años, atesora multitud de reconocimientos por su brillante carrera, que le ha llevado hasta su sueño en un centro médico de Boston
donostia - Ane Miren Salvador es una tolosarra de 27 años que no ha dejado de cosechar éxitos desde que comenzó su carrera de Farmacia. Obtuvo un 9,54 de media, una nota que le ha valido varios premios como el Premio Nacional a la excelencia en el Rendimiento Académico Universitario. Apoyada por su madre y más adelante también por su pareja, ha conseguido escalar hasta su tercer año de doctorado en el Instituto de Cardiología Molecular del Centro Médico Tufts de Boston donde investiga los mecanismos inflamatorios. Gracias a su esfuerzo, y a las becas que ha conseguido con él, Ane Miren Salvador es todo un ejemplo a seguir.
¿Cómo arrancó su brillante carrera?
-Estudié en Tolosa, en el colegio Hirukide, donde mi rendimiento académico era bueno, nada fuera de lo normal. Siempre quise estudiar Medicina pero la nota no me dio. Así que me decidí por Farmacia. A pesar de ser una decisión de última hora, la carrera me encantó. Tras licenciarme hice un máster de Biomedicina Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid. Una vez acabado el máster, en agosto de 2013, me mudé a Boston a hacer el doctorado en el Tufts Medical Center.
Ha estudiado en Boston, Estocolmo y Londres. ¿Salir al extranjero le abrió los ojos a nuevos campos de trabajo?
-Viajar es una de mis pasiones, por lo que siempre estuve dispuesta a irme al extranjero. Es una oportunidad única de relacionarte con otras culturas y formas de trabajo. Además, me ayudó a decidirme por especializarme en investigación biomédica. He tenido la oportunidad de hacer estancias en el extranjero: en el Instituto Karolinska de Estocolmo, en el Hospital St. George’s de Londres y en el Tufts Medical Center de Boston.
Ha obtenido numerosos premios y becas que le han permitido continuar su formación.
-Gané el Premio Extraordinario Fin de Carrera como primera de mi promoción en Farmacia en la Universidad de Navarra -con una media de 9,54-. Y recientemente el segundo galardón del Premio Nacional a la Excelencia en el Rendimiento Académico Universitario del Ministerio de Educación. Aunque mi primer reconocimiento fue la beca de la Fundación Amgen. Además de la beca Erasmus, la American Heart Association me concedió una beca para una estancia de investigación y la Fundación La Caixa me dio otra para el máster en la Universidad Autónoma de Madrid.
Su currículum está plagado de logros para tener 27 años. ¿Cuáles han sido sus claves para lograr tantos éxitos?
-Creo que es importante tener una actitud proactiva. No quedarse parado esperando a que las oportunidades vengan, sino ir a buscarlas. Esto implica encontrar piedras en el camino pero no hay que desanimarse, ni darse por vencido. En los estudios y en cualquier otro reto, la constancia es esencial, ya que tras el esfuerzo vendrá la recompensa.
Se ha decidido por la biomedicina. ¿Cuál es su objetivo?
-Siempre me ha gustado la investigación biomédica y la práctica clínica. Me parece muy interesante poder definir los mecanismos fisiopatológicos y bioquímicos relacionales con el desarrollo de enfermedades para modificarlos mediante medidas preventivas y tratamientos farmacológicos. Mi objetivo, como parte de mi tesis doctoral, es describir el papel de los mecanismos inflamatorios e inmunológicos en el remodelado cardíaco durante el desarrollo de insuficiencia cardíaca.
¿Dónde espera continuar su andadura?
-Después de mi tesis quisiera aplicar mis conocimientos de investigación preclínica en el campo cardiovascular a la investigación clínica a nivel hospitalario, farmacéutico o biotecnológico, por un lado, y a políticas preventivas de patologías cardiovasculares y políticas de promoción de hábitos de vida saludables, por otro.
¿Le resulta complicado tener que vivir en el extranjero para perseguir su sueño laboral?
-No siempre es fácil comenzar una nueva etapa en el extranjero, lejos de los tuyos, en una cultura bastante diferente, pero mi experiencia en Boston, a todos los niveles, está siendo muy enriquecedora. De lo bueno y lo malo se aprende y te ayuda al desarrollo personal y profesional.
Es un ejemplo para las nuevas generaciones, cuyo talento muchas veces acaba en el extranjero.
-Es verdad que es muy difícil encontrar oportunidades laborales y es lógico que, ante la falta de apoyo institucional en nuestros lugares de origen, muchos jóvenes hayamos decidido buscar oportunidades en el extranjero. Sin embargo, estamos demostrando que somos una generación capacitada para adaptarnos a situaciones complicadas y tenemos recursos para encontrar oportunidades que nos permiten seguir adelante. También hay casos en los que el negativismo pueda haber paralizado a los jóvenes y se dé por hecho que somos una generación perdida. Por eso, es importante que se motive y se haga énfasis en que con esfuerzo se obtienen mejores oportunidades.