La huelga de examinadores en Gipuzkoa “tapona” las autoescuelas
Los paros parciales generan una acumulación de alumnos para hacer la prueba
donostia - La huelga de los examinadores de la Dirección General de Tráfico por considerar las propuestas de la DGT sobre la erradicación de agresiones “poco concretas” continúa desde el pasado miércoles, 14 de octubre. Y será mañana cuando esos paros dejen de ser parciales para generalizarse en todo el Estado durante 24 horas, en una huelga general que contará con una concentración de protesta convocada ante la sede de Tráfico en Madrid. Durante esta semana, el sector guipuzcoano de las autoescuelas está sufriendo colateralmente esta incómoda situación. Los alumnos dejan de acudir a sus centros y, además, piden explicaciones sobre un conflicto que se escapa de las competencias de las autoescuelas.
Estos días en Gipuzkoa los examinadores comienzan la huelga a partir de las 12.00 horas, aunque cada día puede variar. “El día del examen citas a los alumnos y vas con ellos allá, porque puede ser que hoy hagan huelga pero mañana no. Si al alumno le dices que no vaya al día siguiente porque está en las listas a partir de las 12.00 horas, si el examinador apareciera, le va a correr convocatoria. Entonces vas por si acaso”, relató ayer Josean Bengoetxea, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Gipuzkoa. La falta de patrón de esta huelga la hace imprevisible y la convierte en “acumulativa”, generando un retraso en los exámenes de los futuros conductores y “taponando” las autoescuelas.
Bengoetxea apuntó que hay un trabajador que no se ha unido a esta huelga, y examina a trece alumnos diarios, mientras que los demás pasan la prueba a siete aspirantes al día. “Si te toca él, hay exámenes todo el día. Además, puede haber examinadores que no sigan la huelga y ese día trabajen”, añadió. Se trata de una situación “peculiar” e incómoda, a la vez que seria, pues muchos de los alumnos necesitan esos permisos de conducir para conseguir trabajo y otros deben faltar a la universidad o al trabajo para presentarse a una prueba que puede acabar posponiéndose.
Por su parte, la DGT admitió ayer que los examinadores puedan retrasar la comunicación del resultado del examen al aspirante para mejorar la seguridad y evitar las agresiones que sufre el colectivo, tal y como demandaron los representantes sindicales de los examinadores el pasado viernes. Además, pidieron un incremento de las retribuciones, algo en lo que Tráfico “no va a entrar”, según Manuel Santiago, coordinador nacional de CSIF Tráfico.
En esta línea, Bengoetxea se mostró resignado con los examinadores y cargó contra la Administración de Tráfico, ya que la huelga daña a las autoescuelas. “No me parece bien lo que hacen, pero yo con el examinador no me doy de tortas. Para mí es una persona que trabaja y pide unas mejoras”, afirmó. No obstante, defendió que “no es justo” que los futuros conductores paguen una tasa de 90 euros a Tráfico y no se les dé el servicio.
De hecho, como consecuencia, los aspirantes “aporrean” las puertas de las autoescuelas pidiendo explicaciones, cuando es la Administración quien debe darlas. “Más de un padre, madre o alumno va a la autoescuela a pedir explicaciones, cuando tienen que ir a Tráfico”, recalcó e instó a los clientes a realizar una “fuerte reclamación”.
De esta forma, destacó que existe cierta “confusión” con esta competencia. “Nosotros evidentemente queremos dar el servicio, porque comemos de ahí. Es cierto que las autoescuelas son una parte de peso en este juego, pero el que no está dando el servicio es Tráfico y eso la sociedad no lo tiene muy claro”, subrayó el presidente guipuzcoano de las autoescuelas.
Por último, explicó que su sector es el que está saliendo “peor parado”. “La mayoría de las autoescuelas estamos a medio gas o a menos, porque el alumno nos está diciendo que hasta que no se sepan las fechas de inscripción no les llamemos”, admitió Bengoetxea, que detalló que solo están trabajando “una horita por la mañana, y por la tarde dos o tres”. Las autoescuelas guipuzcoanas no convocarán a ningún alumno durante la huelga general de mañana.