“Rociar gasolina y esperar un rato es un error típico”
Los bomberos dieron un curso formativo a los organizadores de hogueras de Donostia tras un caso igual en Sagüés en 2013
donostia - Los accidentes de la noche de San Juan en Pasai San Pedro y Zarautz son fruto del desconocimiento y la falta de formación en relación al fuego y la manipulación de material inflamable, según explicaron ayer los Bomberos de Donostia a NOTICIAS DE GIPUZKOA. Los profesionales alertan de los riesgos de la gasolina como producto acelerante para prender las hogueras e inciden en la formación, la gran asignatura pendiente de nuestra sociedad. “Si se utiliza gasolina, hay que controlar la cantidad; con medio litro es suficiente y es mejor que esté mezclada con gasoil. Si se va a emplear gasolina lo suyo sería mezclar dos dosis de gasoil con una de gasolina”, aconsejó el suboficial de Bomberos de Donostia, Javier Pujol.
Las explosiones de la noche del martes no son nuevas. Ocurrió un episodio idéntico hace exactamente dos años en la hoguera de la playa de Sagüés, en Donostia, sin que hubiera que lamentar heridos de consideración. Ocurrió el 23 de junio de 2013 y la causa fue la misma, la utilización inadecuada de la gasolina.
A raíz de aquel susto los Bomberos de Donostia impartieron en 2014 un curso de formación básico a todos los organizadores de hogueras que habían solicitado una autorización para el fuego de San Juan. Aunque en la ciudad se llevan a cabo varias hogueras simbólicas de pequeño tamaño, como la de la calle Matia y la plaza de la Constitución, otras, por su volumen y peligrosidad, requieren de autorización previa y es ahí donde los bomberos incidieron.
El resultado es que este año no se ha producido en la ciudad “ningún incidente” en las diferentes hogueras. Los bomberos creen que con unos conocimientos básicos se evitarían muchos sustos.
La gasolina es un material inflamable peligroso. Nada más verterlo comienza a evaporarse y los gases que emana se quedan en el subsuelo porque pesan más que el aire. Desde que se vierte, ya se está evaporando y cuanto más se tarde en prender la mecha, más peligro de deflagración hay. “Si yo echo gasolina en una habitación y la prendo, seguramente arderá y ya está. Pero si me voy, cierro la puerta y vuelvo al rato y le doy fuego, esos gases evaporados van a explotar”, explica Pujol.
En Pasai San Pedro, desde que se empezó a echar el acelerante, probablemente en exceso, hasta que se prendió transcurrió más de un minuto, lo que facilitó la deflagración. - M.M.
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