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Las ‘números uno’ de Gipuzkoa rozan la perfección en selectividad

ambas jóvenes superaron el 9,5 en las pruebas de acceso a la universidad, quedando así entre las ocho mejores marcas de toda euskadi

Las ‘números uno’ de Gipuzkoa rozan la perfección en selectividadNG

Ya han pasado doce días desde que los 3.542 jóvenes guipuzcoanos se enfrentaron a los exámenes de selectividad. El 98,6% de ellos aprobó, pero como en toda prueba, siempre hay algunos que sobresalen. “Miré la nota en casa, en el ordenador, y la verdad es que me eché a llorar de emoción”. Así recibió la donostiarra Naroa Ibarra su marca de selectividad, un 9,57 sobre 10. Pero esto no fue todo. Una llamada inesperada le redondeó el día de ayer.

Con los exámenes de acceso a la universidad, Ibarra terminó esta etapa de bachillerato, y como broche se fue de viaje de fin de curso a Mallorca. En este contexto de fiesta y playa, su madre la llamó ayer por la mañana. “Me dijo que era la mejor nota de Gipuzkoa”, explica. “Me he puesto contenta pero me da igual ser la primera, segunda o décima nota. Lo importante es que yo esté satisfecha con lo que he hecho”, añade. Y está más que feliz. Esta joven de 17 años, que cursó el Bachillerato Biosanitario en Axular Lizeoa, ha conseguido entrar en la carrera que quería.

Matrícula de honor

“Parece que Bioquímica se ha puesto de moda, el año pasado pidieron una nota más alta que en Medicina”, apostilla y admite que tenía miedo de no entrar. Pero con un 13,77 (añadiendo la nota de las asignaturas específicas) en selectividad no debía tener problema. “No sabía qué esperarme después de los exámenes. Lo hice lo mejor que pude y ahora todos me han dado la enhorabuena”, anuncia. Además, como si nada, desvela que su media de bachiller no es nada menos que un diez, matrícula de honor.

Ibarra admite que sacar la mejor nota de Gipuzkoa, y la quinta mejor de Euskadi, es algo que no olvidará. Aun así, estaba deseando terminar ya este ciclo y “empezar a estudiar algo que de verdad me gusta”. Al igual que Maialen Blázquez, que se quedó a solo cinco décimas de la nota de Ibarra, con un 9,52. El esfuerzo de esta estudiante de Zumarraga le valió el puesto de segunda mejor nota de Gipuzkoa, y octava de Euskadi.

El curso que viene Blázquez estudiará el grado de Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid. Gracias a su constancia, al apoyo de sus padres, y a un buen descanso ha conseguido todo lo que se ha propuesto. “La verdad es que no me esperaba más nota. Fui a selectividad pensando que había estudiado y sin preocuparme. Cuando vi las notas supe que es lo que me merecía”, revive la joven con modestia.

Trucos

En su caso, su fórmula del éxito está relacionada con su familia. “El apoyo paterno hace muchísimo. Yo antes no sacaba notas brillantes, sietes y ochos. Pero los últimos años me decían que era lo último que iba a estudiar y que me iba a contar mucho para mi futuro, así que lo hice lo mejor posible. Mis padres se han ocupado de que yo tuviera la tranquilidad necesaria. He planificado lo que tenía que hacer y este es el resultado”, expone Blázquez.

Además de este apoyo, confiesa que su truco es descansar. “Es lo más importante. Entre los exámenes finales de Bachillerato y selectividad, estuve en la biblioteca muchas horas. Descansar también cuenta mucho”, afirma. Entre una cosa y la otra, consiguió sacar un nueve de media entre primero y segundo de Bachiller, más que suficiente para entrar en el grado de Filología Hispánica, cuya nota de corte está en cinco.