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Tras el vuelo de ‘Kiriku’ en Aralar

COLOCAN UN EMISOR GPS PARA ESTUDIAR EL COMPORTAMIENTO Y EL USO DEL ESPACIO DEL ÚNICO QUEBRANTAHUESOS AFINCADO EN GIPUZKOA

Tras el vuelo de ‘Kiriku’ en Aralar

su posición, su altitud, su velocidad de vuelo, el rumbo... Desde el pasado 31 de marzo, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Navarra realizan un seguimiento por radio constante del único ejemplar de quebrantahuesos afincado en Gipuzkoa.

Kiriku llegó a los riscos de Aralar hace cuatro años, procedente de la foz de Arbaiun, donde nació en 2006. Este macho que está a punto de cumplir los nueve años de edad supuso un hito para el territorio, puesto que era el primero de esta especie, en riesgo de extinción, que elegía nuestro territorio para quedarse.

Su territorio se ha convertido, además, en el más occidental del Pirineo para un ejemplar de quebrantahuesos constituyendo, según señalan desde la Diputación guipuzcoana, la “punta de lanza de la posible expansión geográfica de esta especie hacia el área del Cantábrico”.

De ahí la importancia de contar con datos concretos sobre su comportamiento y uso del espacio, más aún cuando este ejemplar ha alcanzado ya la edad adulta y está en condiciones de iniciar la reproducción en las próximas temporadas.

Para mejorar, por lo tanto, el conocimiento del área de campeo, costumbres y zonas que frecuenta, los departamentos de Montes y Medio Natural de Gipuzkoa y Navarra han optado por dar un paso más para completar la monitorización visual que suelen realizar los guardas de Aralar.

Una ‘mochila’ emisora

La captura se hizo en el punto de alimentación suplementaria mediante una trampa-red accionada a distancia. Una vez en manos de los técnicos, con los que colaboró también un representante del Ministerio de Medio Ambiente, se le colocó un arnés tipo mochila en la espalda con un emisor GPS/solar argos, mediante el cual se realiza el radio-seguimiento por satélite.

El objetivo final es que, con los datos que recojan, se puedan adoptar nuevas medidas de conservación y de gestión de la especie del Pirineo occidental.

“El conocimiento nos permitirá determinar las posibles situaciones de riesgo y mejorar la gestión de la especie en nuestros territorios”, expuso, en este sentido, el director foral Roke Akizu. - N.G.