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El rescate de Olentzero

Unos vándalos tiran al Urola el carbonero de Urretxu y Zumarraga

El rescate de Olentzero

Urretxu ? La madrugada de ayer unos vándalos arrojaron al río Urola el Olentzero gigante de Urretxu y Zumarraga. El muñeco de poliespán suele estar en el escenario Erreka de la plaza Areizaga-Kalebarren y apareció unos 100 metros río abajo, a la par del frontón Ederrena de Urretxu.

La noticia corrió como la pólvora y muchos vecinos se acercaron a la zona para ver el triste espectáculo y sacar fotos. Entre los espectadores había también niños, pero no se les veía muy apurados. Se ve que confiaban en que Olentzero saliera del río a tiempo de llevarles sus regalos.

Algunos vecinos estaban indignados, mientras que otros se lo tomaron con humor. Se barajaban varias hipótesis: que hubiera sido obra de los Reyes Magos, de algún padre harto del carbonero o de alguien que no se quedó contento con los regalos que recibió el año pasado. También hubo quién pensó que quizá no lo tiraron, sino que se cayó en plena parranda. Incluso hubo quien lo relacionó con el Erreka Eguna.

Las fotos enseguida empezaron a llegar a todos móviles, vía Whatsapp. Los de Zumarraga atribuían la autoría del atentado a los urretxuarras y los urretxuarras a los zumarragarras.

La noche del viernes al sábado hubo varios actos vandálicos, entre los que destacó también el ataque al gaztetxe. Rompieron varios cristales con ladrillos y los jóvenes, en su página web, relacionan este hecho con algunas pintadas “fascistas” que han aparecido en la zona. No se sabe si el ataque al gaztetxe y el que sufrió Olentzero están relacionados ni si tienen motivación política. Lo que está claro es que al habitualmente poco aseado carbonero quizá no le vino mal un baño, pero las cartas de los niños no merecían ese destino.

Afortunadamente, Olentzero y las cartas descansan ya sanos, salvos y secos. Los municipales de Urretxu fueron los primeros en ser informados y para las 10.00 de la mañana el miembro de la brigada Juanjo Sagastibeltza se personó en el lugar con el camión-grúa del Ayuntamiento. Con la ayuda del zumarragarra Aitor Esnal, logró rescatar la saca con las cartas primero y a Olentzero después. Para mediodía el carbonero estaba en su sitio, recogiendo las cartas y fotografiándose con los niños en su regazo.