"Para un chaval marroquí como yo el apoyo de mis padres ha sido imprescindible para sacar el Bachillerato"
La semana que viene será homenajeado en Tolosa en un acto que busca estimular al resto del colectivo, que habitualmente cuelga los libros antes de tiempo
donostia - Se cuela por los pasillos de la Escuela Politécnica de Donostia, donde tiene lugar la entrevista. Se trata del mismo lugar en el que emprenderá una nueva etapa educativa el curso que viene. No es fácil lo que está consiguiendo este espigado estudiante de 1,91 metros, que concede tanta importancia a los estudios como al deporte y la buena relación con los amigos. Lo cierto es que se pueden contar con los dedos de una mano los marroquíes que completan en Gipuzkoa el Bachillerato, un mérito del que no presume Marwane Azergui, de 18 años, que disfruta de su cuadrilla repartida entre Alegia y Tolosa, rodeado de un ambiente euskaldun.
¿Qué tal ha ido la Selectividad?
-Muy bien. Menos la nota de castellano, que he reclamado porque creo que merecía algo más, estoy contento. Sumando los exámenes de Bachillerato y Selectividad he obtenido 10,07 puntos de 14.
¿Un notable?
-Sí, algo así (sonríe).
¿Ha sido un año duro?
-Si metes horas, no: lo sacas adelante sin problemas.
Las gafas que utiliza le dan cierto aspecto de empollón...
-(Sonríe) No te creas. Estudio como los demás. Suelo hacerlo con los amigos de Tolosa. Quedamos en la biblioteca, y entre todos vamos despejando las dudas. Nos ayudamos mucho. Yo vivo en Alegia, pero en la biblioteca suele haber demasiados niños, y para concentrarme me voy a la de Tolosa.
Es de los pocos jóvenes nacidos en Marruecos que ha acabado el Bachillerato. ¿Qué sensación le deja?
-No sé qué decir. Estoy contento. Quizá la mayor parte de mis compatriotas vienen aquí más con la idea de trabajar que de estudiar.
¿Conoce a muchos marroquíes de su edad?
-La verdad es que desde que llegué a Gipuzkoa no he conocido a ninguno de mi edad. En Tolosa y Alegia, donde resido, no he conocido a nadie...
¿Y eso?
-Es que siempre me he relacionado con jóvenes de aquí...
¿Estudió Primaria en Marruecos?
-Sí, lo hice en Oujda. Es una ciudad del norte de Marruecos con una población estimada de medio millón de habitantes, de donde es mi madre. La familia de mi padre es del sur, de El Aaiún. Allí vivíamos al principio, hasta que nos trasladamos a Oujda, donde hice mis estudios de Primaria...
Hasta cuarto...
-Sí, a partir de entonces dejamos Marruecos porque mi padre vino aquí a darnos un futuro mejor. Primero nos trasladamos a Lanzarote, donde estuvimos seis meses, hasta que llegamos a Gipuzkoa.
Usted tenía nueve años por entonces. ¿No acusó el cambio?
-Sobre todo por el idioma. Iba a la escuela por la mañana, pero a la tarde me veía obligado a meter horas extra para aprender el castellano y poder integrarme. Todo eso ocurrió en Lanzarote.
Dicen que muchos compatriotas suyos acaban dejando los estudios porque se encuentran en un "cruce de caminos", entre los valores que les inculcan en casa y lo que les enseñan en la escuela. ¿No le ha ocurrido?
-A la mayor parte les mueven las ganas de trabajar cuanto antes, aunque yo, gracias a Dios, tengo unos padres que me empujan a seguir estudiando. Por ahora lo tengo claro. Prefiero seguir estudiando y luego se verá. El camino que tomas depende siempre de tu mentalidad.
¿Ha percibido el rechazo en alguna ocasión por el hecho de venir de fuera?
-No fue rechazo. Al principio sí es cierto que viví algunos problemas de integración porque tenía dificultades con el idioma. Rechazo como tal nunca lo he vivido. Además, tengo la suerte de disfrutar de unos amigos que se abren a los demás, a quienes les interesa las diferentes culturas. Tengo buenos amigos en Alegia y Tolosa.
Además ha aprendido euskera a un gran nivel...
-En Alegia me ayudaron mucho con el euskera. Estuve estudiando intensamente con una profesora. Gracias a ella ahora lo hablo y, de hecho, he cursado ESO y Bachillerato en euskera.
¿Con los amigos también se relaciona en lengua vasca?
-Con algunos sí, y con otros en castellano. En ocasiones, me paso al castellano porque hay algunas expresiones que me cuestan un poco...
¿Le gusta la vida de Tolosaldea?
-Me gusta mucho. La gente es muy abierta.
¿Qué quiere estudiar?
-Ingeniería Mecánica, Electricidad y Automoción. Me gustaría trabajar como ingeniero, hacer mis propios proyectos y venderlos si es posible.
Debe dar mucha seguridad saber que su familia le va a seguir apoyando...
-Sí, mis padres están muy contentos. Tengo también una hermana pequeña (va a hacer trece años) que el año que viene cursará segundo de la ESO, y que está sacando también muy buenas notas.
¿Ha vuelto a su país durante estos años atrás?
-Solemos ir a Marruecos todos los veranos a visitar a la familia.
¿Mantiene relación con los antiguos compañeros de clase?
-Sí, aunque hay algunos que se mudaron de barrio.
¿Qué le dicen?
-Hablamos también mucho por teléfono. Cuando voy a Marruecos siempre voy a visitar a un amigo que está a diez minutos de casa. Solemos quedar, vamos a tomar un café y nos ponemos al día sobre cómo nos van las cosas. Me gusta conservar las amistades. Cuantos más amigos, y mejores, pues mejor.
O sea que tiene buenos amigos con los que puede hablar...
-Sí. Me gustan los amigos que tengo, tanto los de aquí como los de Marruecos...
¿Qué diría a esos chavales que dejan de estudiar antes de tiempo?
-Que el apoyo de los padres es imprescindible. Que hace falta centrarse en los estudios, y que también es importante hacer deporte y relacionarte con los amigos. Es decir, integrarse lo más posible.
¿Hace mucho deporte?
-Sí. Llevo cuatro años en el equipo de Tolosa de baloncesto. Es algo que voy a seguir practicando mientras pueda. Luego el tiempo dirá.
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