donostia - José Calabuig es director del servicio de Cardiología Intervencionista de la Clínica Universidad de Navarra y especialista en medicina deportiva. Se hizo popular en los 90 como el médico de Miguel Indurain, cinco veces ganador del Tour de Francia. El miércoles ofreció una conferencia en Donostia sobre Estrés y corazón, cómo prevenir riesgos?

¿Cómo influye el estrés en los problemas cardiacos?

-Una persona estresada no tiene porqué tener problemas cardiacos, pero el estrés, que hace unos años no existía, sí lo debemos considerar como un factor precipitante.

¿Podría poner algún ejemplo?

-Un terremoto. Yo tengo unos edificios que están construidos. Unos bien y otros mal. ¿Qué está haciendo el estrés? Está poniendo a prueba la estabilidad de los edificios. Los que están bien resisten y los que están mal se caen. También se está considerando el estrés, además de precipitador, como un factor de riesgo en sí que con el tiempo puede alterar mucho el sistema vascular. Pero iría a la cola de la obesidad, la hipertensión o el colesterol, que son los principales factores de riesgo.

¿Desde cuándo tienen los cardiólogos plena conciencia del efecto nocivo del estrés en el corazón?

Se está empezando a tener. Una cosa llamativa fue que en los atentados terroristas del 11-S (2001) se vio la repercusión que tuvo sobre la gente a corto plazo desde el punto de vista cardiovascular. Y yo le diría que no todos los profesionales de la medicina son conscientes del papel que puede jugar.

¿Cómo es posible eso?

Porque son publicaciones muy recientes y la gente lo que hace es atender al factor de riesgo. ¿Usted tiene el colesterol alto...? Pues le doy una pastilla y se lo bajo. ¿La tensión alta? Pues lo mismo. El médico no entra en si usted está en el paro o un tiene hijo con una deficiencia, o un estrés laboral. El estrés es un tema que no se ha tratado con intensidad.

¿Y cómo se previene eso?

Algunas personas se ponen nerviosas con cualquier cosa y otras son muy tranquilas de por sí. Pero las personas con estrés tienen que recurrir a situaciones en las que liberen esa tensión. Por eso el ejercicio físico es muy bueno. Y si es necesario se debe recurrir a psicólogos que nos enseñen a adoptar actitudes conductuales; y si el tema se pone más serio, hay que acudir a un psiquiatra, que manejan muy bien los fármacos y, con una o dos pastillas, hacen milagros en gente muy estresada.

¿Le cambian la vida?

Por supuesto. Y luego, hay que aprender cuáles son las situaciones que provocan estrés: No puedes estar toda la semana con un nivel de estrés elevado y que llegue el fin de semana y te líes con cosas que me provocan más estrés: una comida con amigos, una salida tal... Si eso no te provoca relajación y disfrute, lo que tienes que hacer es utilizar el fin de semana para otras cosas.

¿Afecta igual el estrés a hombres y mujeres en cuestiones cardiacas?

A la mujer el estrés le puede llevar a una depresión; son las que más recurren a antidepresivos y fármacos, porque lo pasan mal psicológicamente mientras el punto débil del varón es el corazón. Por otra parte, hoy en día la mujer se ha incorporado al ámbito del trabajo y se está equiparando esa situación de estrés que está haciendo daño. Lo que sí se está viendo es que el estrés está bajando a nivel de edades.

Explíqueme mejor eso.

Hace años el estrés podía afectar a personas de 50, 55 ó 60 años, pero hoy en día lo tienen personas de 25 y 30 años, que están muy estresadas y presentan problemas funcionales de digestión, migrañas, colon irritable..., mil historias. Esto quiere decir que tiene sintomatología pero no le encuentro nada porque todavía no tiene una lesión. Sin embargo, si no corrijo ese estrés con el tiempo se traduce en temas serios orgánicos que pueden ser importantes. Por eso es importante la medicina preventiva desde épocas tempranas.

Estaríamos hablando ya de las causas económicas de la cardiopatía...

Por supuesto, porque la gente que no tiene problemas sociales ni económicos vive superfeliz.

¿Está diciendo que los ricos tienen menos problemas de corazón?

Por supuesto, porque tienen una mayor calidad de vida. Generalmente son personas que cuidan más su alimentación, tienen una vida tranquila, sana, hacen ejercicio, comen muy bien, más productos ecológicos...

Es decir, nuestros hábitos tienen una incidencia relevante en nuestra salud cardiaca.

Desde la cardiología estamos viendo que la edad a la que esa expectativa de vida a la que se está llegando ahora va a recortarse. La medicina no puede gastar el dinero tan a lo bestia como se ha gastado hasta ahora y de hecho los medios ya están más recortados. Y, evidentemente, la gente joven que no se cuide no vivirá tanto como nuestros antepasados recientes.

¿Es peor que hace unos años nuestra salud cardiaca?

Tenemos mejor salud cardiaca porque los medios técnicos son espectaculares. Por eso precisamente la expectativa de vida es muy buena. Yo le he hecho a una persona enferma de corazón, que recibió tres trasplantes cardiacos, 28 ó 30 cateterismos. Hay gente enferma con el corazón que le arreglas, le arreglas y le arreglas y se muere a los 81 años. Y eso es un milagro que no se podrá mantener per secula seculorum.

¿No es el corazón un órgano al que no prestamos cuidado hasta que nos avisa?

Totalmente, porque el corazón es un órgano tan bueno que no nos da guerra, pero al mismo tiempo nos puede dar un susto tan súbito como que nos mata. Hay 40.000 muertes súbitas al año en España. Y no hay tantas de cáncer y de accidentes de tráfico.

¿Qué es una muerte súbita?

Muerte súbita es que la persona se queda como un pajarito donde le pilla. Y a veces es la primera manifestación y la última. Pero, por supuesto, esa persona que se muere tiene problemas del corazón, factores de riesgo. Hay que hacer revisiones para saber mi estado vascular. La gente cada vez se está concienciando más.

¿Qué tipo de gente acude a las consultas de forma preventiva?

De todas las edades, pero quizás la gente de 35, 40 ó 45 años es la que más está viniendo porque sabe que está entrando en una edad delicada. A partir de ahí, todo lo que se haga mal repercutirá en el futuro. Lo que haga con 40 ó 45 años será la salud que tenga con 70 u 80.