ortuella. La tragedia volvió a golpear ayer a la localidad vizcaina de Ortuella con el fallecimiento de un niño de 5 años que se precipitó al vacío desde su domicilio familiar hasta las vías del tren de cercanías de Renfe, 20 metros más abajo.
El desafortunado accidente tuvo lugar pasadas las 18.30 horas de la tarde en el piso 3º E del número cinco de la calle Catalina Gibaja de Ortuella, donde el fallecido, P. Herrera, vivía con su padres Arturo y Anabel y su hermana mayor, Lucía, de 10 años, que como él, estudia en San Félix Ikastexea.
A falta de un informe oficial que arroje luz sobre las causas del percance, los vecinos de la zona apuntaban a que el niño se habría encaramado a una de las ventanas de la casa desde donde pudo precipitarse a al vacío. El alcalde de Ortuella, Saulo Nebreda, señaló que "todo apunta a que se trata de un desgraciado accidente por lo que únicamente podemos trasladar a su familia nuestras más sentidas condolencias por el trágico suceso".
Al parecer según relataron algunos testigos, el niño se golpeó en su caída contra la barandilla que separa la acera trasera del edificio de las vías del tren de cercanías que une Muskiz con Bilbao tras lo cual el cuerpo del menor se deslizó por la trinchera hasta llegar a las inmediaciones de las vías. "Al parecer ha bajado un familiar a atenderle y todavía estaba con vida", apuntaba un vecino de la zona en plena conmoción. Poco después de la caída llegaron al lugar agentes de la Policía local así como los servicios médicos que intentaron, sin éxito, reanimar al niño que ya había sido izado hasta la acera.
Atención psicológica Hasta el lugar de los hechos se acercaron también varios agentes de la Policía científica de la Ertzaintza para investigar las circunstancias del suceso, así como una dotación de la Cruz Roja que hubo de prestar atención psicológica a su familiares. "Quiero a mi hijo, quiero a mi hijo, quiero a mi hijo", era el desgarrador grito que la joven madre acertaba a proferir tras conocer el triste desenlace, según confesaba uno de los vecinos. Amigos y familiares se desplazaron al domicilio familiar con la intención de arropar a los padres y hermana del niño. "Están totalmente destrozados. No hay palabras para expresar lo que pueden estar pasando estos padres en estos momentos ", expresaba el alcalde.