dOS meses después de que Arrasate asistiera con impotencia a la caída del buque insignia de las cooperativas de la Corporación Mondragon, Fagor Electrodomésticos, el Sorteo Extraordinario de Navidad devolvió ayer la alegría a este municipio guipuzcoano. El número 62.246, agraciado con el Gordo, dejó la friolera de 180 millones de euros en la villa cerrajera, que desde el pasado octubre ha monopolizado las portadas de los medios de comunicación tras el derrumbe del fabricante de electrodomésticos y la consiguiente pérdida de 2.000 puestos de trabajo en Euskadi.

La buena noticia corrió como la pólvora por toda la localidad, que ayer se vistió con sus mejores galas para festejar la feria de santamasak. La fiesta se celebró por partida doble.

Casualidades de la vida, la suerte quiso que los boletos afortunados se concentraran en el barrio de San Andrés, que alberga una de las plantas de Fagor Electrodomésticos. Concretamente, el premio se repartió en la administración número 2 situada en el número 14 de la avenida Álava, donde al mediodía y con la euforia colectiva como telón de fondo de los agraciados, se descorcharon las obligadas botellas de champán.

En el citado establecimiento, que fue durante todo el día escenario de un continuo goteo de curiosos, se vendieron 45 series del número premiado, al que corresponden 400.000 euros por décimo. Su responsable, José Mari Garai, no cabía en sí de felicidad. "Este premio es una manera de levantar un poco la moral al pueblo; una inyección de optimismo", aseguró el lotero con una permanente sonrisa en su rostro.

Garai explicó que una parte importan de las series las compraron trabajadores de Fagor Arrasate (la antigua empresa Gamei), otra de las cooperativas de la Corporación Mondragon, que desde hace "cinco años" jugaban el mismo número. El resto de décimos se dispensaron en ventanilla, en muchos casos entre vecinos y familias del propio barrio.

Como ha sucedido en muchas otras ocasiones con la Lotería de Navidad, la fortuna se ha colado esta vez también en un enclave golpeado por la crisis.