Síguenos en redes sociales:

La universidades de la CAV y Navarra piden a Wert claridad sobre el acceso a los campus

Las instituciones académicas públicas y privadas proponen pactar unos mínimosLa UPV/EHU está preocupada por quién y cómo se realizará la reválida que sustituirá a la Selectividad

La universidades de la CAV y Navarra piden a Wert claridad sobre el acceso a los campusFoto: Pablo Viñas

donostia. Las universidades de Hegoalde están inquietas sobre cómo quedará definitivamente configurado el acceso a la Educación Superior, ya que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) elimina la Selectividad, la vía que desde los 70 ha permitido -con sus luces y sombras- entrar en la universidad. La reforma educativa que tramita el Gobierno español sustituye la Selectividad por una reválida al terminar el Bachillerato para obtener el título. Además, da la opción a las universidades a realizar sus propias pruebas de acceso que puntúen hasta el 40% de la nota para entrar, como otros estudios o formación o una evaluación específica de conocimientos y de aptitudes,

Las universidades podrán acordar la realización conjunta de todo o parte de los procedimientos de admisión que establezcan, así como el reconocimiento mutuo de los resultados de las valoraciones realizadas, aunque de momento no hay ningún acuerdo. El deseo de sustituir la Selectividad por una prueba externa al final del Bachillerato es una vieja aspiración del PP y, aunque los rectores frustraron su implantación hace una década, ya se recogió en la LOCE (2002). El ministro José Ignacio Wert defiende esta medida porque considera que la Selectividad "no funciona ya que el 94% del alumnado la pasa".

No obstante, no todo el mundo está de acuerdo con este criterio, como Martín Larraza, coordinador de la Selectividad de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). "Yo creo que no es necesaria su eliminación", dice, "es cierto que la prueba la supera un porcentaje muy elevado, pero la verdadera criba se produce en los centros. Dado que existe la Selectividad, los centros tienden a enviar solamente a los alumnos mejor preparados. Por tanto, el porcentaje de éxito es muy elevado", afirma.

Desde su punto de vista, la Selectividad ofrece una evaluación externa de los conocimientos y capacidades de los alumnos con equidad, ya que "somete a todos los alumnos de una región a un examen único e igual para todos, lo que ayuda a establecer de una manera más fiable cuál es el nivel de los estudiantes", explica Larraza. De este modo, subraya, se puede cumplir mejor con el objetivo de que en aquellas titulaciones en las que la demanda supera a la oferta, accedan primero los alumnos más preparados. En este sentido, el responsable de la Selectividad en Navarra considera que la prueba "ofrece un mecanismo bastante objetivo para clasificar a los alumnos en función de sus méritos".

Begoña Arrieta, vicerrectora de Ordenación Académica e Innovación Docente de la Universidad de Deusto (UD), sostiene una posición contraria a la continuidad de la Selectividad. "A mi juicio, las Pruebas de Acceso a la Universidad tienen un efecto no deseado: que los estudiantes dediquen el curso a preparar el examen de Selectividad y no tanto a continuar con el proceso formativo que les prepara para acceder a la universidad". Desde su punto de vista, "si un estudiante ha superado el proceso formativo previo, eso debe ser garantía suficiente de que cumple las condiciones idóneas para acceder a la universidad. En consecuencia, la Selectividad a mi juicio, debería eliminarse".

Larraza no oculta su preocupación por la incertidumbre que despierta la nueva reválida, dudas que comparte Iñaki Goirizelaia, rector de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), institución que se encarga de la realización de la Selectividad en Euskadi, en colaboración con el Gobierno Vasco y los propios centros escolares a través de distintas comisiones.

"La reválida implica que todos los centros educativos tengan que hacer una prueba, con unos contenidos y un sistema de corrección que no están establecidos aún. Se habla de que un organismo externo será quien realice y corrija la prueba pero no sabemos cuál", afirma el rector. Para Goirizelaia la actual redacción de la LOMCE no establece herramientas que garanticen la igualdad de oportunidades. "¿Quién va a poner los exámenes, quién los va a corregir, lo va a hacer profesorado universitario en la misma época en la que nosotros tenemos exámenes?", se pregunta el rector. "Si es así, -asegura- nosotros no lo vamos a poder atender. Entonces, ¿quién va a tener la autoridad y la capacidad académica para evaluar a todo el alumnado de Bachillerato y tratarlo con igualdad de criterio?".

La nueva normativa abre las puertas a que sean las universidades las que realicen pruebas específicas para determinadas titulaciones, con el fin de valorar si los alumnos poseen conocimientos o aptitudes que son importantes en una determinada titulación como, por ejemplo, el nivel de matemáticas en carreras de ingeniería.

Ninguna universidad de Euskal Herria, pública o privada, ha adoptado aún ninguna medida. Quizá, como apunta Larraza, "la experiencia de los últimos años con los cambios legislativos sugiere cierta cautela y calma a la hora de abordar las novedades".

Desde la UPNA no creen que sea necesario que las pruebas se hagan en todas las titulaciones y propone "tomar los resultados en determinadas materias de la prueba de reválida, siempre que se realice por parte de un ente externo a los centros, como una buena aproximación".

Dentro de las universidades estatales existe cierto consenso sobre la conveniencia de pactar el tipo de pruebas de acceso, aunque no todo el mundo está de acuerdo. "A mí sí me parece oportuno que las distintas universidades nos reconozcamos ciertas cosas", afirma Goirizelaia. "Cada universidad debería disponer de cierta libertad para fijar el contenido, pues eso permitiría un mejor ajuste de la prueba a los conocimientos y aptitudes que se quieren medir", añade Larraza. Desde la Universidad de Deusto consideran "adecuado establecer criterios conjuntos para el Sistema Universitario general que garanticen una igualdad en el proceso de admisión, principalmente en aquellos títulos que tienen más demanda que plazas ofertadas", señala Arrieta. "Las universidades deberían llegar a un acuerdo en el seno de la CRUE y determinar conjuntamente los criterios y pruebas que deberían aplicarse", matiza.

Ya existen pruebas de acceso Álvaro Balibrea, director del Servicio de Admisión de la Universidad de Navarra (UNA) coincide en que "sería útil tener una herramienta común", si bien admite "que va a ser muy difícil llegar a un consenso porque cada universidad tiene sus objetivos". Balibrea habla con conocimiento de causa ya que la UNA desde sus inicios hace exámenes de acceso para cada una de las titulaciones.

Al igual que para Deusto, la Selectividad es para la UNA "un requisito legal porque expide títulos oficiales y, por tanto, todos los estudiantes que quieran entrar deben haber aprobado la Selectividad". No obstante, la admisión en los distintos grados depende de una prueba de acceso, "lo que llamamos examen previo", explica Balibrea. Desde la UNA estiman que los exámenes de ingreso son positivos ya que "es muy interesante poder ayudar a los futuros alumnos a elegir aquella carrera en la que son buenos". Consisten en una prueba de conocimientos en función de las especifidades de la carrera. "Por ejemplo, en el grado de Economía tienen una prueba de conocimientos académicos teóricos de matemáticas y cultura general, y luego tienen una prueba de competencias y aptitudes, que es un examen tipo test relacionado con la carrera", dice el responsable de la UNA, quien aclara que "no es un examen para preparar la entrada, sino para ver la madurez intelectual y académica" y saber si esa persona está preparada. "Una de nuestras inquietudes es tratar de evitar al máximo el abandono universitario", afirma Balibrea.