Donostia. En los últimos resquicios de mandato, la viceconsejera de Ordenación y Cooperación Sanitaria del Gobierno Vasco -nombrada presidenta del patronato del Centro Nacional de Envejecimiento (CNIE) en pleno periodo electoral- la socialista Olga Rivera, compareció ayer ante los medios para solicitar financiación de Europa y del Gobierno Vasco.

El proyecto del centro de envejecimiento, avalado en su día por la exministra socialista Cristina Garmendia, ha salido siempre a la palestra, a pesar de no contar con una financiación real, como una de las grandes iniciativas puestas en marcha por el Gobierno socialista.

Sin embargo, el pasado noviembre, tras meses de incertidumbre en el que incluso la propia sede prevista en Donostia se puso en duda, el recién creado patronato compareció para advertir que de los 50 millones proyectados para lanzar esta iniciativa se iba a contar solo con cinco.

Aún con todo, la directora volvió a salir ayer ante los medios para advertir de que quedan tres meses de plazo en los que hay que solicitar los 4,5 millones de euros de los fondos Feder, mientras, de paso, requirió al nuevo Gobierno Vasco otros 4,5 millones necesarios, según explicó, para que arranque la institución.

Eso sí, Rivera, antes siquiera de hablar con el PNV, puso en duda de que el Gobierno presidido por Iñigo Urkullu quiera seguir con este proyecto porque tienen "prioridades más acuciantes", pero destacó que es "poco dinero" y se debe tener en cuenta "el potencial que genera".

Sin precisar todavía si tendrá sede física o no, de momento los 16 investigadores que van a comenzar a trabajar lo harán en la sede del edificio de Biodonostia, según explicó. Además, matizó que, desde su creación, el CNIE ha ejecutado 350.00 euros y todavía queda un remanente comprometido de 2,5 millones de euros, partida que requerirá al Gobierno de Urkullu que revierta en el propio centro.