Donostia. Los tres acusados de asesinar a un vecino de Erandio cuyo cadáver fue descubierto por unos espeleólogos en una sima de Azkoitia han sido condenados a 15, 16 y 22 años de prisión, respectivamente, informaron fuentes del caso.

Según la sentencia, el crimen tuvo lugar el 12 de junio de 2009, cuando los tres procesados, Felipe R.A., Óscar D.C., y Juan Carlos F.D., hicieron creer a su víctima que "llevarían a cabo un negocio relacionado con el suministro" de droga y le condujeron a una empresa situada en Elgoibar, propiedad del primero.

Una vez en la nave, Juan Carlos se dirigió a la planta alta del local para cortar unos tubos con una máquina rotaflex con el fin de hacer "ruido"; Óscar se quedó con la víctima, y Felipe bajó al sótano, siguiendo un plan que habían elaborado previamente.

De esta manera, Felipe pidió desde el sótano que le pasaran una cerveza y, en el momento en el que la víctima se dispuso a hacerlo, Óscar le empujó al vacío "con intención de acabar con su vida".

Sin embargo, el perjudicado "quedó colgado de la barandilla que da acceso al sótano", por lo que Óscar le golpeó con el pie. Finalmente, la víctima cayó y quedó tendida en el sótano, donde Felipe empezó a forcejear con ella.

La sentencia concreta que "bien Felipe o bien Óscar" golpearon al hombre con un martillo en la zona occipital, y otro de los procesados le pegó con una bombona de acetileno en el área temporo-parietal.

A continuación, Juan Carlos bajó serrín al sótano para limpiar la sangre y los tres imputados envolvieron el cadáver en tres mantas, lo ataron con unas bridas de electricista y lo llevaron en una furgoneta a una sima situada en el barrio Madarixa de Azkoitia con la intención de desprenderse de él, aunque como aún era de día y "otras personas podían observarles", decidieron hacerlo más tarde y se fueron a comer a un establecimiento hostelero.

La resolución judicial aclara que los encausados abonaron la comida con el dinero que sustrajeron al asesinado y se repartieron el resto.

Al atardecer, los procesados volvieron a la sima, donde arrojaron el cuerpo, que fue descubierto el 6 de agosto de 2009 por espeleólogos.

En el transcurso de la operación, la Policía encontró en el domicilio de Felipe R.A. 200 gramos de anfetamina pura, valorada en 31.887 euros, que iba a ser destinada al tráfico de drogas, y una pistola inutilizada.

La sentencia considera ahora a Felipe R.A. autor de un delito de asesinato y de otro contra la salud pública, por los que le impone penas que suman 22 años de prisión y una multa de 31.888 euros.

Asimismo, encuentra a Óscar D.C. responsable de asesinato por el que le condena a 16 años de prisión, mientras que responsabiliza a Juan Carlos F.D. de asesinato en calidad de cooperador necesario y le sentencia a quince años de cárcel.