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Acotada una zona de Donostia por el "derribo" de un nido de avispas asiáticas

EL SUCESO tuvo lugar cerca de un parquE de Bera beraLos bomberos actuaron de inmediato por los peligros que podía ocasionar la especie invasora

Acotada una zona de Donostia por el "derribo" de un nido de avispas asiáticasGorka Estrada

DONOSTIA. La avispa asiática, conocida también como vespa velutina, está causando más de un quebradero de cabeza en Gipuzkoa durante los últimos meses. Después de que la especie invasora haya devorado gran parte de las colmenas de las abejas autóctonas y de que varios apicultores estén meditando abandonar definitivamente la actividad, el insecto originario de Vietnam, Laos y Camboya sigue dando de qué hablar.

Los bomberos dieron cuenta ayer mismo, a primera hora de la tarde, de un nido de avispas asiáticas que se encontraba desplomado en un jardín del barrio donostiarra de Bera Bera, en la plaza del Deporte. "Algún insensato ha arrancado el nido que estaba colgando de la rama de un árbol, en vez de avisar a la policía municipal. El avispero se ha caído al suelo rompiéndose en el acto", explicaba ayer el director de Sanidad, Consumo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Donostia, José Manuel Etxaniz.

Ante tal suceso, un ciudadano llamó a la Guardia Municipal para denunciar lo ocurrido e informar de que el jardín se encontraba al lado de un garaje y de un parque frecuentado por niños del barrio. En vista de la gravedad del asunto, los guardias acotaron la zona y activaron el protocolo establecido para estos casos.

Un total de cinco bomberos se acercaron inmediatamente al lugar de los hechos para liquidar los "cientos e incluso miles" de avispas invasoras que pululaban por la zona. "En otra situación habríamos esperado hasta mañana. Normalmente nos gusta ir al anochecer o al amanecer, que es cuando están todas las avispas dentro de la colmena, pero siendo un lugar concurrido por menores y teniendo en cuenta el riesgo que corrían, hemos preferido actuar cuanto antes", argumenta.

El equipo desplazado hasta Bera Bera acabó con las avispas liberadas de su colmena y retiró el propio cobijo de los insectos. Instantes más tarde, el mismo personal se dirigió a Usurbil a retirar otro nido. "Algunas se habrán quedado en el aire, pero no muchas. Además, al no tener ningún nido cerca morirán en menos de 24 horas", precisa Etxaniz.

No en vano, el donostiarra indica que las avispas asiáticas "no suelen atacar a las personas", aunque "si se les incordia", se sienten amenazadas y "es posible que peguen algún picotazo que otro". En ese caso, el dolor puede llegar a ser insoportable. "Tienen un aguijón de seis milímetros que es retráctil, es decir, puede introducirse y extraerse. Por tanto, el dolor que produce es muy agudo, y en casos extremos podría provocar una reacción alérgica", detalla.

Aun así, Etxaniz cree que "más que un problema de salud pública, es un problema medioambiental". Tras la llegada de los primeros ejemplares en 2004 a bordo de un buque que atracó en Burdeos, estos insectos se han propagado de una manera incontrolable. Treinta de ellas pueden acabar con 30.000 abejas autóctonas, lo que afecta directamente a la polinización de las plantas. Para hacer frente a tal desperfecto, colocar una malla tupida podría ser rentable, "para que las abejas puedan pasar y las avispas, de un tamaño mayor, no".