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Estudiar para poder decidir

Los premios kale dor kayiko promueven la educación entre los alumnos gitanos

Estudiar para poder decidir

RECONOCER el trabajo realizado, y animarles a continuar estudiando. Son los principales objetivos de la VIII edición de los premios Kale Dor Kayiko (KDK) -Gitanos del Mañana- que se entregan al alumnado gitano, y se celebraron ayer en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la UPV, en Donostia. Se trata de una iniciativa para motivar a los jóvenes gitanos favoreciendo el éxito escolar y la continuidad de sus estudios, y en el acto se entregaron varios premios a aquellos alumnos que han logrado superar una etapa escolar.

"Es un evento de muchísima trascendencia, porque estos niños, cuando lleguen a casa, van a transmitir un mensaje muy importante", explicó Manuel Vizarraga, presidente de la asociación Kale Dor Kayiko. "La idea es que se den cuenta de que la cultura ni es de payos, ni es de gitanos, sino de todos", añadió. Asimismo, subrayó los avances realizados durante los 23 años desde la creación de la asociación, unos avances que se constataban al echar un vistazo al aula magna donde el acto tuvo lugar. "Hasta hace poco, solamente se llenaban las dos primeras filas. Hoy, en cambio, la sala estaba a rebosar", señaló.

Fueron muchos los que cogieron la palabra para hacer especial hincapié en la importancia que tiene la educación en el futuro de los individuos, y subrayar que se trata de un instrumento esencial que sirve para abrir todas las puertas que uno se propone. Es el caso de Paulino Amaya, un joven de 22 años que acaba de terminar un Grado Superior de Animación sociocultural, y está "muy orgulloso" de haberlo conseguido. "Como estudiante, he tenido momentos buenos y otros no tan buenos. Recuerdo los primeros años de secundaria, que fueron bastante duros: nuevas amistades, nuevos profesores… Fue una época en la que mis padres y hermanos tuvieron que motivarme para que siguiera adelante. Así que os animo a que nunca tiréis la toalla a la primera de cambio", aconsejó. También transmitió un mensaje, "con mucho respeto", a las familias: "Desde hace mucho tiempo, nuestros mayores nos han inculcado que los estudios no sirven para nada, que son para los payos. Pues, lo siento, pero las cosas han cambiado. Tenemos que transmitir a los pequeños que los estudios son el futuro, y que sin ellos no podremos vivir ni trabajar, porque las cosas están cada vez peor. Que todos los niños vean que nos interesamos por sus logros y sus fracasos".

Vizarraga, por su lado, reconoció que en el pueblo gitano los avances son "lentos", pero recordó que se trata de un pueblo "marginado por la sociedad". En ese sentido, respecto a los problemas surgidos en el camino de la reconciliación, señaló que "la culpa es de ambos; de unos porque nos han rechazado, y de otros porque tampoco queríamos entrar". Aun así, cree que las cosas cambiarán "en cuestión de otros 20 años".