Donostia. Las cooperativas de crédito Caja Laboral e Ipar Kutxa, inmersas en un proceso de fusión, se han adherido al servicio de mediación hipotecaria puesto en marcha por el Gobierno Vasco para evitar desahucios.
Las dos cooperativas confirmaron ayer en sendas notas de prensa que la iniciativa del ejecutivo autonómico está "en plena sintonía" con su forma de actuar habitual.
Caja Laboral indicó que su filosofía es la de dar prioridad a la "refinanciación de las deudas de los clientes, antes de abordar otro tipo de actuaciones" y afirmó que en los últimos meses ha colaborado con el departamento de Justicia y Administración Pública para diseñar el servicio.
La cooperativa de crédito de la Corporación Mondragón explicó que desde hace varios años dispone de un protocolo interno de mediación ante situaciones de impagos con el objetivo de "tratar de llegar a acuerdos personales y exclusivos con las personas afectadas" para alcanzar soluciones individuales antes de recurrir a medidas judiciales.
Caja Laboral informó también de que el volumen de impagos que sufre es "muy reducido", ya que su índice de morosidad en hipotecas de primera vivienda se sitúa en el 1,59%, "muy por debajo de la media del conjunto del sector financiero".
Del mismo modo, la cooperativa vizcaina Ipar Kutxa también ha firmado con el Gobierno Vasco su adhesión al servicio de mediación y destacó que en el primer trimestre del año su índice de morosidad en hipotecas de primera vivienda es del 1,1%.
El Servicio de Mediación Hipotecaria, puesto en marcha por el Departamento de Justicia del Gobierno Vasco, compromete a las entidades financieras firmantes a no iniciar ninguna reclamación judicial en el plazo de un mes desde que un cliente solicite el arbitraje.
Pueden acogerse a este servicio los particulares con crédito o préstamo hipotecario sobre su vivienda habitual y única en propiedad, siempre y cuando el valor del inmueble no sea superior a 350.000 euros. También deberá acreditarse que se han dado por concluidas las gestiones amistosas realizadas en orden a regularizar las deudas pendientes con la entidad bancaria.