SOS Bebés Robados sospecha que se vendían niños por más de un millón de pesetas
En algunos casos se llegaron a pagar hasta tres millones para sufragar los trámitesLa asociación tiene localizados "cinco o seis casos en toda Gipuzkoa" de niños por los que se dio "mucho dinero"
Donostia. Para SOS Bebés Robados no hay otra razón, al margen del lucro económico de ciertas personas, que explique la presunta trama de robo de bebés que se sucedió en todo el Estado, pero que tuvo especial relevancia en Gipuzkoa -territorio donde más casos se registran-, entre los años 40 y 90.
Tras meses de investigación, de recabar información y de recoger testimonios, la asociación tiene localizadas a unas cinco o seis personas que, en su día, fueron arrebatadas a sus familias biológicas para venderlas por "grandes cantidades de dinero", que sobrepasaban el millón de pesetas.
"No se nos pasa por la cabeza otra razón que no sea la venta de niños", ratificó el martes Amadeli Díaz, tras la reunión mantenida con el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, en la que miembros de la asociación SOS Bebés Robados así como la familia Losa Ocáriz, cuyo panteón familiar fue el primero en ser exhumado en Gipuzkoa por un presunto caso de robo de bebés, pidieron una mayor implicación de las instituciones en la investigación de esta presunta trama.
"Lo normal era pagar dinero pero en otros muchos casos también se pagaba mediante favores", declaró Díaz, sin llegar a especificar de qué tipo.
Según Díaz, la asociación tiene conocimiento de media docena de situaciones en las que varias familias compraron niños "a precio de una casa y, en algunos casos, hasta de dos". Asimismo, denunció que, en algunas ocasiones, las familias de adopción inscribieron a los niños como hijos biológicos, a cambio de dinero.
Según Díaz, el precio que los padres adoptivos pagaban por los bebés llegaba al millón de pesetas. Incluso en algunos casos, este precio ascendía a los tres millones. Pero que las familias adoptivas pagasen estas cantidades no significa que fueran cómplices de esta presunta trama. En la mayoría de los casos, se les explicaba que ese dinero era para sufragar los trámites y los gastos de hospitalización de las madres biológicas, a lo que las familias adoptivas accedían.
extremadura A este extremo responde el caso de Álex Cortijo (nombre ficticio para preservar la intimidad de esta persona), cuyos padres adoptivos pagaron tres millones de pesetas por la adopción. "Se lucraron bien. Les dijeron que era hijo de una chica estudiante, sin recursos, por lo que el dinero era para pagar los gastos de hospitalización de mi madre, ya que ella no los podía sufragar", denuncia este hombre, que fue vendido en febrero de 1974 en las puertas de la Residencia Nuestra Señora de Aranzazu, actual Hospital Donostia.
Aunque el caso de Cortijo tiene final feliz, ya que después de mucho buscar es uno de los pocos afectados que ha podido conocer a su madre biológica, desde la asociación insisten en hacer un llamamiento a todas las familias que adoptaron en aquellos años o a todos los adoptados que sospechan que su adopción se hizo de forma irregular, para que denuncien su situación.