El joven hallado muerto en la localidad alavesa de Berrostegieta presentaba múltiples puñaladas

Donostia. El cuerpo sin vida hallado el pasado viernes sobre el asfalto de la carretera que enlaza Gasteiz con Berrostegieta (Araba) se corresponde con el de un joven de origen colombiano, de 25 años y residente en la capital alavesa. Ni su identidad ni las posibles motivaciones que desembocaron en su muerte han trascendido por el momento. Los portavoces de la Ertzaintza no pudieron facilitar ayer más datos respecto a lo ocurrido, ya que el juez que se ocupa del caso ha decretado el secreto de sumario, y la investigación se lleva con la máxima discreción. No obstante, según ha podido saber este diario, el cadáver presentaba numerosas puñaladas en la zona del cuello, lo que sin duda apunta a una muerte violenta y cargada de ensañamiento, una escena que, a la espera de que los agentes de la unidad especial de investigación de la Policía autonómica avancen en su trabajo, concuerda con la hipótesis de un posible ajuste de cuentas.

Todo comenzó a las 21.00 horas del viernes con una llamada telefónica. La Ertzaintza recibió el aviso de que había aparecido un cadáver junto a un automóvil cruzado en la carretera que une Gasteiz con el Alto de Zaldiaran, a la altura del municipio alavés de Berrostegieta.

Según se desprende de las primeras investigaciones, el joven no fue trasladado, sino que murió en el mismo lugar en el que fue descubierto. Mientras los agentes recababan pistas en el lugar de los hechos, el tráfico quedó provisionalmente interrumpido en la zona. Si bien inicialmente se contemplaron diversas opciones, la idea del homicidio cobra cada vez más peso.