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Naturópatas piden en el Parlamento Vasco que se regule su profesión

Estiman que en el País Vasco hay 300 profesionales y que la demanda de usuarios ha crecido un 30%

vitoria. Los presidentes de la Organización Colegial Naturopática Fenaco de Euskadi y el Estado, Agurtzane Calderón y Manuel Navarro, respectivamente, pidieron ayer en el Parlamento Vasco que se regule la profesión naturopática, que lleva casi 90 años de actividad, y que ha visto crecer su demanda en un 30%.

En el País Vasco se estima que hay unos 300 naturópatas ejerciendo esta actividad y en el conjunto del Estado, alrededor de 7.000, los cuales despachan más de seis millones de consultas anuales, según datos de Fenaco.

Su comparecencia se produjo en la Comisión de Sanidad de la Cámara vasca, a petición del PP, y en declaraciones posteriores, Calderón explicó que han conseguido el compromiso del PSE-EE de que el viceconsejero de Sanidad del Gobierno Vasco, Jesús María Fernández, se reunirá con ellos para escuchar sus reivindicaciones.

Las principales reclamaciones del colectivo son su regulación académica y profesional. Actualmente, los aspirantes a profesionales de la naturopatía reciben formación en centros privados pero no son enseñanzas regladas. El objetivo de Fenaco es que se implante la formación universitaria para prestar un mejor servicio a los usuarios.

Durante su comparecencia en la Cámara, explicaron que la naturopatía es una ciencia que tiene herramientas, es decir, las técnicas naturales, las cuales superan las 3.200 según el catálogo internacional. En países como Alemania, Portugal, Inglaterra, Noruega o Dinamarca, la profesión está regulada, lo que evita el conflicto con otras profesiones. Uno de las consecuencias derivadas de la falta de regulación de la profesión es que este hecho da pie al intrusismo, lo que perjudica al colectivo, advirtió Calderón.

El presidente de Fenaco en el Estado aclaró que no son terapeutas sino naturópatas, ya que la terapia la ejercen los médicos, y explicó que los naturópatas tampoco diagnostican, sino que tratan al paciente con métodos naturales y en muchos casos de forma complementaria al médico, por lo que no deberían ser vistos como una amenaza, sino todo lo contrario.

Navarro indicó que en los últimos años han conseguido algunos avances, como por ejemplo que la actividad profesional esté reconocida al menos a la hora de declarar en Hacienda. Desde el año 90 los naturópatas tienen un epígrafe propio en Hacienda pero hasta entonces los englobaban en la casilla de "criadores de conejos", aseguró este representante.