Bilbao. A veces las historias más rocambolescas suceden a la vuelta de la esquina. La Ertzaintza detuvo ayer por la mañana a cuatro personas acusadas de desobediencia civil por conducir un coche que, unas horas antes, había sido inmovilizado con un cepo tras dar positivo el conductor.

Este suceso tan sorprendente como grave tuvo lugar en Bizkaia. Allí, agentes de la Unidad de Tráfico interceptaron en el peaje de Durango circulando por la autopista AP-8 en dirección a Iparralde a un vehículo Renault Space por quebrantar una inmovilización por alcoholemia. Concretamente, el coche había sido inmovilizado mediante un cepo a las 8.45 horas en Sondika, en la carretera BI-626, después de que el mismo conductor hubiera arrojado tasas positivas en un control de alcoholemia.

Al parecer, al conductor y a sus acompañantes, todos de origen extranjero, se les había ocurrido cambiar la rueda que portaba el cepo por la de repuesto para poder seguir circulando. Así, tras darle el alto, la Ertzaintza comprobó que el cepo se encontraba en el maletero junto con la rueda que los detenidos habían cambiado.

Aparte de este incidente, la Er-tzaintza detuvo en Gipuzkoa a seis conductores durante el fin de semana por superar la tasa de alcohol permitido. Los arrestos se llevaron a cabo en Hernani, Irun (2), Arrasate, Legazpi e Idiazabal. En Bilbao también se arrestó a un conductor la noche del sábado.