Así lo ha señalado a Efe el alcalde de la localidad, Pablo Azcona, quien ha reafirmado que los vecinos siguen "sorprendidos y apenados" tras la muerte ayer del vecino de Donostia de 74 años, oriundo de Lodosa, Félix de Luis, a quien propinó una cornada en el cuello un novillo que escapó del recorrido del encierro tras arremeter contra el vallado y romperlo.

Se da la circunstancia de que poco antes, en otro tramo del mismo recorrido, uno de los astados logró romper algunos tablones del entramado sin que se llegaran a escapar las reses, mientras que un día antes había sucedido lo mismo en otro punto del vallado, también sin consecuencias.

La muerte de Félix de Luis, que será enterrado en Lodosa y cuyo funeral tendrá lugar a las 18.00 horas de hoy en la iglesia parroquial de la localidad navarra, motivó la suspensión de los actos oficiales de las fiestas patronales durante 24 horas, por lo que el encierro previsto para esta mañana no se ha celebrado.

"Es una familia muy conocida la del fallecido, porque Lodosa es un pueblo relativamente pequeño, todos nos conocemos y ha sido un palo muy fuerte", ha señalado Azcona, quien ha vuelto a lamentar que lo que debía haber sido una jornada alegre y festiva se convirtió "en todo lo contrario" con este trágico suceso, que la familia "todavía está asimilando".

Tras un día de luto oficial, en la jornada de hoy, a las 10.00 horas se ha retomado el programa, "más que nada porque hoy se celebra el Día del Niño", ha dicho el alcalde, quien ha recordado que esta tarde de nuevo se pospondrán todos los actos hasta que concluya el funeral de Félix De Luis.

Por su parte, el encierro de mañana, el último de las fiestas, también se ha suspendido a la espera de que las investigaciones de la Policía foral finalicen, ya que los hechos son "muy recientes y aún no se han sacado conclusiones", necesarias para que "esto no vuelva a ocurrir de nuevo".

Al respecto, sobre la rotura de en dos días de tres tramos del vallado por las arremetidas de los astados, Azcona ha señalado que en el recorrido del encierro de Lodosa se contempla una doble barrera en las consideradas zonas "más peligrosas", como en una de las que se rompió, en una curva cerrada que suele soportar el embate de los astados por la inercia de la carrera.

"Por ese motivo ese tramo que se rompió con anterioridad tenía un doble vallado, y aunque lo rompieron y no traspasaron, de haberlo hechos, los toros nunca hubieran podido salir a la calle", ha señalado.

Sin embargo, el tramo donde el astado consiguió romper los maderos y salir a la calle para cornear al vecino de Donostia, contaba con un vallado simple porque por esa zona "normalmente los toros suelen pasar por el centro de la calle".

Las primeras investigaciones apuntaban ayer a que los trámites de instalación del vallado en Lodosa cumplían con la normativa, según avanzó el Gobierno foral, algo que ha corroborado hoy el alcalde, que sin embargo considera: "Está claro que algo ha fallado, en el sentido de que los trámites están bien hechos y que en principio el vallado tenía el permiso oportuno" pero ha habido una muerte.

"Aquí se exige algo de sentido común, como es que el vallado soporte la embestida de los novillos, y eso no ha ocurrido teniendo en cuenta que se cumplen todos los requisitos exigidos por la ley", por lo que ha instado a "sacar conclusiones de esto", lo que podría conllevar la necesidad de revisar la normativa.