donostia. "Esto es muy importante para el futuro porque Arantzazu es para la gente, no para nosotros". Con estas palabras reflejó ayer el franciscano Iñaki Beristain la relevancia del documento que presentó en Donostia, junto con los responsables de Arantzazuko Adiskideak, Mentxu Alberro, Iñigo Odriozola y Jesús Arregi.
Después de un tiempo divagando sobre lo que los vascos conocen o desconocen sobre Arantzazu, la asociación Arantzazuko Adiskideak encargó el pasado otoño un estudio a la empresa Gizaker para "conocer los obstáculos y oportunidades del Santuario con vistas a su mejor renovación, promoción y viabilidad".
Partiendo de esta premisa, se ha realizado una encuesta a 1.250 personas de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava y la cuenca de Pamplona, y una de las primeras conclusiones que arroja el estudio es que entre quienes conocen este enclave el grado de satisfacción es muy alto y lo valoran con un 7,96 sobre diez. Además, casi ocho de cada diez personas creen que Arantzazu reúne las condiciones, servicios, recursos y atractivos para ser un lugar "de referencia para excursiones, visitas y estancias de turismo de cultura, naturaleza, gastronomía y espiritualidad".
Casi dos de cada tres personas sabe de la existencia y del significado de Arantzazu y, sin embargo, ese conocimiento se transforma en desconocimiento "cuando se trata de la actualidad del Santuario". "El 57,9% de los encuestados dice que lo conoce, pero sólo un 22% tiene alguna noticia de que se ha renovado profundamente en los últimos diez años", concretó Beristain.
Asimismo, otro de los datos de interés que se desprende del trabajo es que la mayor parte de los encuestados relaciona Arantzazu con lo religioso. De hecho, sólo un 37,4% de los que han oído hablar de este lugar sabe que posee otros atractivos complementarios.
Los ciudadanos manifiestan también un alto desconocimiento sobre el "gran volumen de actividad sociocultural que se desarrolla en Arantzazu y detalles como qué orden es la que cuida el Santuario pasan desapercibidos". "El 70,4% no sabe que somos los franciscanos y eso que llevamos allí 500 años", bromeó Beristain.
La explicación a esta situación puede estar relacionada con un aspecto que la encuesta pone de relieve: "Arantzazu es conocido como destino que se asocia a un recuerdo histórico vinculado a lo religioso y esa imagen limita la diversidad de su realidad actual que complementa la primacía del Santuario con una diversidad de ofertas para personas que buscan -su lema- en la naturaleza, en la cultura, en la espiritualidad...".
Otro de los motivos que se menciona hace referencia a que el Santuario no se encuentra en el circuito turístico de promoción institucional "prioritaria" y eso "se nota en los datos de conocimiento. Se conoce y visita más como destino religioso y, sobre todo, desde los municipios de alrededor".
dificultades Entre los obstáculos, Gizaker destaca que Arantzazu tiene la "limitación de una lejanía inconsciente" que hace que la visita se plantee en términos de un número elevado de horas, lo cual retrae y caracteriza la posible visita como una excursión de gran alcance".
Beristain, que pidió a las instituciones un compromiso mayor, reconoció que tienen que dar con la forma de comunicar para llegar a más gente porque "Arantzazu tiene respuestas para quienes buscan".