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"Tengo un mal recuerdo: un gran barullo, gente que caía de morros y con los críos"

¿Cómo vivió el incidente? ¿Estaba justo donde saltó el animal?

No, estábamos un poco más a la izquierda. Cuando saltó, otro le echó un capote, y por lo visto se dio la vuelta el toro y me dio.

¿Qué sintió en ese momento?

Sentí el golpe, puse la mano y... ¡uy!, estaba sangrando. Entonces me puse a buscarles a Maixabel y a Aitor. El hijo me ayudó con un jersey, fuimos abajo a pedir una ambulancia, pero no venía nadie. Luego, mi hijo y otro señor mayor me llevaron andando hasta la Cruz Roja. Allí me atendieron y después me trasladaron aquí.

Ahora, ¿cómo se encuentra?

Mejor. Tengo molestias al dar la vuelta, pero mejor que ayer.

Menudo susto, ¿no?

Sí, para los tres, porque mi mujer también estuvo delante de los cuernos y mi hijo está operado del menisco.

Me imagino que habrá recibido muchas llamadas de teléfono.

Yo no tenía el móvil, pero mi familia sí y han tenido mucho ajetreo. Han llamado tanto de Oiartzun como de Carcastillo.

Se va a acordar de Quesero

Sí, sí (ríe).

¿Qué recuerdo guarda de esta experiencia?

Malo: el barullo que había, que veías a la gente que caía de morros y con los críos... todo eso. En poco tiempo hubo un barullo en el que no sabes ni cómo reaccionar.

Y es que, tanto Jose María Uranga como Maixabel Artola coincidieron en que todo ocurrió en cuestión de segundos: "Ha sido un susto muy grande, porque no te lo esperas", señaló Artola. Sobre las 19.00 horas, Uranga recibió el alta y se dirigió a su casa, en Oiartzun. "Ya se han acabado las vacaciones", concluyó.