La Mancomunidad de San Marcos denuncia que Donostia le adeuda 8 millones de euros

Donostia. La Mancomunidad de San Marcos se ha convertido en un polvorín donde a las discrepancias políticas por la instalación de la incineradora se han sumado en los últimos tiempos las divergencias por el sistema de recogida de basuras puerta a puerta en Hernani, Usurbil y Oiartzun.

A estos enredos se añaden ahora embrollos económicos. San Marcos denuncia que el Ayuntamiento de Donostia debe ocho millones de euros correspondientes a las ocho últimas cuotas, que el Consistorio de la capital guipuzcoana no ha abonado.

Responsables de la Mancomunidad que agrupa a los municipios de Donostialdea y Oarsoaldea (Donostia, Pasaia, Lezo Oiartzun, Errenteria, Hernani, Astigarraga, Urnieta, Lasarte-Oria y Usurbil) aseguraron a NOTICIAS DE GIPUZKOA que el Ayuntamiento donostiarra "recoge la factura y no responde", por lo que la institución municipal conoce que no está al corriente de los pagos.

Ante esta situación, los regidores de San Marcos -cuya mayoría está compuesta por EB-Berdeak, Alternatiba, Aralar y ANV- han solicitado a la Hacienda guipuzcoana que retenga la cantidad reclamada a Donostia dentro del Fondo Foral de Financiación Municipal, que le corresponde a la capital guipuzcoana.

El impago, según explican desde la Mancomunidad, no ha afectado a la tesorería de ese ente, que mantiene liquidez.

Ante estas acusaciones, Denis Itxaso (PSE-EE), representante del Consistorio de Donostia en la Mancomunidad de San Marcos junto a Duñike Agirrezabalaga (Alternatiba) expresa que la entidad municipal paga "religiosamente" las cantidades que le corresponden en función del nuevo baremo establecido en el seno de la entidad de residuos.

Desde este año, la cuota se calcula en función del volumen de basura generado por cada localidad, en lugar de hacerlo por la cantidad de habitantes. "Estamos pagando a 90 días, como corresponde. Facturamos lo que generamos, es decir, abonamos el tratamiento de los residuos en función del pesaje", aclara Itxaso.

El concejal donostiarra lamenta la gestión que desarrollan los responsables de San Marcos, encabezados por su presidente, Ricardo Ortega (EB-Berdeak), que prima el sistema puerta a puerta establecido en tres municipios y genera nuevos gastos. "Todo lo está gestionando el presidente con sus más cercanos. En la aprobación del último presupuesto no se atendieron las alegaciones de Donostia, fue por decretazo", expone Itxaso, quien afirma que San Marcos "no convoca a su junta rectora".

Al margen de la acusación contra Donostia, San Marcos también refleja que Astigarraga adeuda 185.000 euros y Oiartzun también debía cierta cantidad, aunque finalmente ha abonado la suma.

Desde el Consistorio astigartarra reconocen que no han abonado las últimas cantidades socilicitadas porque "los gastos facturados en marzo por la empresa que recoge las basuras no se corresponden con los albaranes" girados a ese Ayuntamiento por la Mancomunidad. "No pagaremos hasta que no se aclare porque hay diferencia entre la factura y los albaranes. Es un problema técnico", manifiestan desde el Consistorio de Astigarraga.

La inquietud por la gestión de San Marcos la comparte el alcalde de Errenteria, Juan Carlos Merino (PSE-EE), quien matiza que se encuentra "conforme con las facturas y está haciendo frente a sus pagos".

Merino afirma que no se ha presentado aún el presupuesto de este año de la entidad que gestiona los residuos y tampoco la memoria anual. Sospecho que nada bueno se está haciendo. No se nos dan datos. Estamos haciendo preguntas y siempre nos dan largas", se lamenta el primer edil errenteriarra.

Merino recuerda que los actuales mandatarios de San Marcos "cambiaron el secretario, el gestor y el interventor nada más llegar a la responsabilidad".

Merino acusa a la presidencia de la Mancomunidad de llevar a cabo "una gestión nefasta que está implicando pagar por servicios no prestados", como el apoyo a la recogida del puerta a puerta que se lleva a cabo en algunas localidades. "Se nos está yendo el dinero a chorros duplicando pagos. Es algo inaudito y una situación anómala".