El cirujano que operó a un menor de cambio de sexo mantiene que la edad no debe ser un impedimento

barcelona. El joven de 16 años al que por primera vez en España se ha sometido a una operación de cambio de sexo en el Hospital Clínico de Barcelona sufría desde los 5 años una disforia de género (un desacuerdo profundo entre el sexo biológico y el sexo psicológico), según explicó ayer el doctor Iván Mañero, cirujano que realizó la intervención.

Sobre la repercusión que ha tenido el hecho de que el paciente fuera un menor, el doctor puntualizó que "no hay ninguna diferencia entre operarse a los 16 o a los 18 años, siempre que el diagnóstico sea claro, y aunque cada caso es particular, operarse lo ante posible comporta más beneficios".

Mañero señaló que el menor, que fue operado tras haber recibido en noviembre la autorización judicial para esta intervención, "tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre", y que desde hace muchos años padecía esta alteración mental que se conoce como disforia de género.

informes favorables El juez autorizó la operación tras analizar informes forenses favorables a la intervención, y se llevó a cabo, según este cirujano, al haber un diagnóstico claro y darse todas las circunstancias para su realización, un buen estado físico, con la pubertad acabada y con un estado mental adecuado.

La operación, que fue costeada por los familiares del adolescente, se hizo hace un mes en Barnaclínic, un centro privado, que es el único centro público del país que cuenta con una unidad específica para tratar este tipo de disfunciones sexuales.

La joven, que se encuentra perfectamente y lleva una vida normal, estuvo en el quirófano unas dos horas y media y en este tiempo se le creó un espacio para dotarle de una vagina en el periné, que se recubrió con la piel del pene.

Además, con un trozo de glande y los nervios dorsales del pene, que se extirpó en la intervención, se le construyó un clítoris "plenamente funcional y totalmente sensible" y se le cortó la uretra hasta dejarla como la de las mujeres, al nivel de la entrada vaginal. También se eliminaron los testículos y con el escroto se reconstruyeron los labios mayores, hasta conseguir una vagina como la de cualquier mujer.

La menor recibía tratamiento de apoyo psicológico desde hace más de tres años, y se había sometido a un tratamiento hormonal, paso previo necesario para someterse a la intervención. Para este cirujano, el hecho de que los síntomas de esta disforia de género suelan aparecer en edades tempranas "hace pensar que pueda ser una problema del nacimiento, que ahora se diagnostica con un test psiquiátrico, pero que quizá algún día se haga con un análisis de sangre o mediante otro tipo de prueba".