Padres de alumnos superdotados perciben "tremendas lagunas" en el sistema educativo
Una charla pone de manifiesto diversas carenciasUna experta recomienda que los progenitores no se conformen con "un diagnóstico aislado"
Donostia. "Estoy asustado, pero a los profesores esta situación les da tanto miedo como a mí". Eran las primeras impresiones de un padre guipuzcoano que la semana pasada asistió a la primera charla informativa sobre niños con altas capacidades, una realidad jalonada de dificultades que habitualmente se vive de puertas para adentro en el seno familiar. La cita sirvió para presentar a la asociación de Euskadi que velará por garantizar los derechos de estos menores.
Lo cierto es que esta aspiración, hoy por hoy, parece lejos de verse satisfecha, al decir de unos padres que denuncian las "lagunas tremendas" que presenta el sistema educativo a la hora de llevar a cabo la adaptación curricular de sus hijos. "El mío tiene ocho años, y en casa no ha habido mayor problema, pero en el colegio es otra cosa. Se supone que debe tener garantizado su derecho a una educación adaptada a sus necesidades, pero creo es algo que, hoy por hoy, no existe", denunció.
Lo cierto es que el soporte legal que reconoce la obligación de responder a las necesidades de un joven con alta capacidad existe desde 1995. Han sido varios los gobiernos y las leyes educativas que han cambiado desde entonces, pero algunos padres recelan del sentido práctico, en la escuela, de ese derecho reconocido en la ley. "Mi hijo disfruta con los niños de su edad, es feliz con su entorno, pero necesita ir más allá en su deseo de conocer, y creo que en ese punto los profesores no están preparados. Se llegan a abrumar", relataba una madre guipuzcoana de un niño del que, dijo, tiende a ocultar sus habilidades sociales para ser aceptado en el grupo.
Todas estas intervenciones tuvieron lugar el pasado jueves por la tarde en la biblioteca Doctor Camino de Donostia, donde se presentó en sociedad Fanjac, la Asociación de Euskadi de Ayuda a Niños y Jóvenes de Altas Capacidades. El encuentro contó la presencia de padres de niños superdotados, profesores, y la psicóloga Yolanda Benito, que atesora dos décadas de experiencia en la atención a estos chavales y expuso prolijamente las diferentes situaciones que se pueden llegar a dar.
Casos dramáticos Como máximo exponente de las lamentables consecuencias que puede traer consigo el proceso de aprendizaje mal llevado de un niño superdotado, Benito detalló varios casos que ha atendido personalmente. Relató, por ejemplo, la vivencia de Lucía, una niña de catorce años que le llegó a confesar lo siguiente: "A través de los demás supe que era un ser despreciable, que haría que los demás se sintieran inferiores y pequeños, y tanto alumnos como profesores me hicieron pensar que eso era cierto, que era algo estúpido e inhumano que vino al mundo por error y debió no haber nacido". Difícilmente pueden expresarse palabras más autodestructivas.
Que una niña de catorce años llegue a expresarse de este modo denota, de entrada, que algo falla, tanto en su proceso de aprendizaje como en el de adquirir habilidades sociales. También ofreció el testimonio de la madre de Ana, de once años y medio, con un Coeficiente Intelectual (CI) de 144, quien reconoció que su hija pronto empezó a cambiar, en cuanto trabó contacto con el recinto escolar. "De muy pequeña, con tres años, al iniciar el colegio, empezó a hablar peor que antes, cuando ya desde los 18 meses hablaba perfectamente, y era por su amiguita. Ahora, de mayor, se expresa mucho mejor por escrito", aseguró la madre. Además, cuando hace un trabajo para el colegio, a la hora de elegir el tema se preocupa "mucho más" de aquello que les puede interesar a sus compañeros.
Sin encarrilar Todos estos casos dan cuenta de daños, incluso irreparables, que puede llegar a padecer un joven estudiante de alta capacidad cuando su proceso educativo y social no está encarrilado. En este punto la psicóloga Yolanda Benito se mostró especialmente celosa, y alertó a los padres de que no se conformen con un diagnóstico de superdotación aislado. "Eso no es más que una etiqueta que no sirve para nada. Hace falta que venga acompañado por una evaluación del contexto en el que vive el niño", expuso la psicóloga. El objetivo es que esa valoración sirva como punto de partida para responder a las necesidades sociales e intelectuales del joven.
Más en Sociedad
-
El PSOE pide un "mapeo" de recursos del sistema de protección a la infancia para mejorar la acogida de menores migrantes
-
María, la asistente virtual de la DGT que resuelve dudas y trámites con IA
-
Un confidente de la Ertzaintza y un condenado por los atentados de Catalunya, entre los expulsados del Estado por yihadismo en 2024
-
Siete kilómetros de retenciones en Irun por la 'Operación salida'