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"El Solitario", según Jaime Giménez Arbe

Sus baños en Ondarreta, la razón de su anarquismo, su encuentro fortuito con Tejero en un Carrefour, su versión de los hechos que se le imputan... La autobiografía de "El Solitario" que hoy se publica (Editorial Txalaparta) habla del personaje pero, sobre todo, de la persona.

"El Solitario", según Jaime Giménez ArbeCedida

Descendiente de donostiarras; separado de una finlandesa y padre de dos hijos de madre británica; contratado por empresas de Libia, Argelia o Estados Unidos; técnico en refrigeración industrial y aire acondicionado; soldador, fontanero, calderero y electricista; conocedor de cinco idiomas -en estos momentos estudia el sexto, el euskera-; piloto de helicópteros; ex miembro de varias bandas de rock; adolescente forjado en el Madrid movido de los 70; músico callejero en Estocolmo; amante de varias mujeres; fumador de cannabis -única droga que asegura haber consumido-; preso en Carabanchel, Suecia o Gran Bretaña; y, sobre todo, reconocido y convencido anticapitalista y antiestado.

En sus casi 500 páginas, la autobiografía de Jaime Giménez Arbe, Me llaman El Solitario. Autobiografía de un expropiador de bancos (Txalaparta), desnuda a la persona que hay detrás del personaje y ofrece una sucesión de revelaciones hasta ahora desconocidas. Narra su infancia, describe los veranos en Donostia con su "amatxo", repasa sus amoríos, relata sus primeros viajes, razona su anarquismo y explica sus ideas, sus ideales y el origen de su desprecio por el mundo financiero y el sistema económico, social y político. Narra todo lo que considera que debe narrar la historia de su vida.

Narra, por decirlo de alguna manera, la parte más neutra. La que no tiene otra versión porque habla de vivencias y de formas de pensar. La de la persona. Pero también narra la otra parte. La del personaje. La que sí tiene otras versiones. Y en ella, Jaime Giménez ofrece la suya. Habla del asesinato de dos guardias civiles en Castejón (Navarra); del tiroteo en Vall d"Uixó (Castellón) que acabó con la muerte de un guardia municipal; de otra muerte sin investigar en Extremadura; de sus primeros contactos con otros activistas "revolucionarios" en París y de su relación con el Frente Nacional de Liberación de Córcega; del inicio de sus "acciones directas" contra el sistema capitalista; de sus razones para ser "expropiador" de bancos; de su modus operandi; de su detención; del maltrato recibido... Habla de todo.

Y desmiente. Niega la autoría de los crímenes que se le imputan, dice haber sido condenado ya antes del juicio, denuncia irregularidades en la vista y asegura que no se investigaron cosas que habrían demostrado su inocencia. Cuestión de cada lector será creerse o no sus palabras pero él, cuando menos, las ha dejado escritas. "Hasta ahora sólo existía una versión", afirma. Ahora, subraya, hay dos. Y no sólo con respecto a Castejón. Porque, en su libro, aprovecha para echar por tierra las versiones de otros muchos sucesos y delitos de los que se le acusa.

A partir de la noche del 23 de julio de 2007, víspera de su arresto, El Solitario cuenta cómo preparó la que sería "última expropiación" de su "carrera" -dice que tenía previsto desplazarse después a Brasil junto a su entonces novia, Roberta- y cómo estuvo a punto de abortarla por ciertas sospechas, y reconstruye las circunstancias y episodios que lo han acompañado. Antes y después de aquello. Tras seis capítulos centrados en los meses previos y posteriores a su arresto (en los que comenta, entre otras cosas, su primer contacto con Roberta a través de Internet o su ya famoso saludo a los españoles al ser capturado), Giménez Arbe dedica otros 23 capítulos a resumir, en orden cronológico, sus hasta ahora casi 54 años de existencia.

Infancia en Donostia

El número 9 del paseo Colón

En ellos recuerda los baños con su hermano en las playas donostiarras de La Concha, Gros y Ondarreta; los días en el número 9 del paseo Colón de la capital guipuzcoana -donde vivía su familia materna, de origen navarro- los paseos con su perro Gaizki II; la participación de su padre en la defensa del llamado Cinturón de Hierro y su posterior detención y "salvaje tortura" a manos del comisario Melitón Manzanas; la filiación de su madre al PCE y sus funciones como concejal de Izquierda Unida; y sus primeras clases en el Lizeo italiano de su Madrid natal.

Recuerda cómo entró en contacto con las armas y cómo se forjó su anarquismo; cómo "expropió" su primer banco y nació la leyenda de El Solitario; cómo hacía los intercambios en un polígono de Zaragoza; cómo cultivaba marihuana en el jardín de su casa; cómo fue el juicio; cómo han sido sus estancias en las diferentes cárceles en las que ha estado desde su detención...

Todo ello, acompañado de numerosas anécdotas. Entre otras, la que explica cómo conoció a Marcelino Camacho -ex secretario general de CCOO- en la prisión de Carabanchel; la que cuenta su venta de aparatos de música a Los Brincos o la que describe su encuentro casual con Antonio Tejero en un Carrefour de Madrid en el año 2003.

En definitiva, su autobiografía. Ésa que escribió entre los veranos de 2008 y 2009 y que hoy se presenta al público para dar a conocer, insiste, su versión de los hechos. En un futuro, adelanta, no descarta nuevos libros.