Síguenos en redes sociales:

El temporal deja rachas de viento de 115 km/h y olas de nueve metros en Gipuzkoa

Varios derrumbes cerraron Etxegarate y la N-634 en DebaCuatro aviones no pudieron aterrizar en Hondarribia y fueron desviados a Pamplona y Bilbao

El temporal deja rachas de viento de 115 km/h y olas de nueve metros en GipuzkoaGorka Estrada

Donostia. "El tiempo empeorará aún más", advertía ayer la Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, en su pronóstico diario, y no se equivocó. Rachas de viento huracanado y gigantescas olas de nueve metros azotaron el territorio, sobre todo la costa guipuzcoana.

Árboles caídos, desprendimientos en las carreteras y algún que otro achique de agua fueron las notas predominantes de un domingo desapacible que sólo invitaba a quedarse en casa. Entre los efectos más destacados se encuentran sendos desprendimientos ocurridos en la N-634 en Eibar y en la N-I en el puerto de Etxegarate (Idiazabal). No hubo tregua ni siquiera para los corredores de la popular Behobia. El viento sopló fuerte desde la madrugada y a lo largo de todo el día, acompañado de lluvia y, en ocasiones granizo. La ráfaga más fuerte del territorio se registró en Zarautz a las 11.00 horas con 114,7 kilómetros por hora (km/h), seguida de otra en Jaizkibel, donde a las 6.00 horas el viento se movió a 101,3 km/h, según las lecturas provisionales de las estaciones meteorológicas de Euskalmet. Fuera del territorio, Matxitxako (Bizkaia) marcó a las 5.50 horas una racha de viento de 127,7 km/h.

El oleaje tampoco se quedó atrás. La estación meteorológica de Azti en Pasaia marcó una altura de ola máxima de 8,82 metros. De hecho, la fuerza del mar llegó a tal punto que una ola arrastró una embarcación de recreo a la deriva y acabó depositándola junto al Club Náutico de Donostia.

Caseríos aislados En la red viaria, lo más repetido fueron los desprendimientos de rocas y piedras, producidos por la acumulación de agua en terrenos muy permeables, como son los próximos a la N-634. Si el día anterior el derrumbe se produjo entre Getaria y Zumaia, ayer le tocó el turno al último tramo de esta vía en territorio guipuzcoano, entre Deba y Ermua (Bizkaia).

Circular por esta carretera se hizo casi imposible, ya que durante la mañana permaneció cerrada hasta en tres puntos distintos. Primero, el tramo entre Zumaia y Getaria no se abrió al tráfico hasta las 13.30 horas. Así, coincidió cortado con los otros dos. El primero en Ermua, concretamente por un derrumbe en el alto de Areitio desde las 10.15 horas; y el segundo en Santuaran, en Itziar (Deba), como consecuencia de la caída a las 12.20 horas de un árbol, según detalló el Departamento vasco de Interior.

Por la tarde, afortunadamente, se pudieron solventar todos estos problemas. Fue entonces el turno de la N-I en Idiazabal, concretamente en el puerto de Etxegarate. Desde las 16.15 horas, otro desprendimiento obligó a cortar al tráfico los dos carriles en sentido Irun, por lo que la Er-tzaintza tuvo que desviar la circulación por la A-15 (Autovía de Leitzaran). A última hora de ayer, el puerto seguía cerrado. En la red secundaria, un derrumbe producido en la GI-3331 dejó aislados varios caseríos en Soraluze y el barrio de Osintxu de Bergara.

El viento, sobre todo lateral, sopló con fuerza en el aeropuerto de Hondarribia y obligó a desviar tres aviones a Pamplona y otro a Bilbao, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena). Procedentes de Madrid, no pudieron aterrizar en el aeródromo guipuzcoano, que tuvo que cancelar también sus correspondientes salidas.

Entre ramas caídas y achiques Los bomberos, tanto los de Donostialdea como los de la Diputación, tampoco tuvieron tiempo ni para respirar. Las caídas de ramas, los contenedores desplazados por el viento, aleros a punto de caerse y algunos achiques hicieron que se mantuvieran activos todo el día.

Los de la capital guipuzcoana, por ejemplo, llevaban a media tarde 44 salidas relacionadas con el temporal, principalmente por "caídas de ramas". Los de la Diputación detallaron algunas llamadas por achiques en el barrio de Arrate (Eibar), en Ormaiztegi, Azpeitia, el puerto de Lizarrusti y en un caserío de Legazpi en el que entró el agua procedente del monte. También tuvieron que actuar por un árbol caído en Errenteria y por un lucero colgando en Zarautz, entre otras actuaciones.

Aunque seguirá lloviendo, Euskalmet sostiene que los chubascos remitirán hoy al anochecer, la cota de nieve ascenderá hasta los 1.500 metros y el viento amainará. La alerta roja en la costa descenderá a naranja y será amarilla al final del día.