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El sencillo test de un cardiólogo para prevenir enfermedades: puedes hacerlo en casa
Esta prueba permite detectar alteraciones arteriales antes de que den síntomas, según explica José Abellán
La salud arterial es descuidada por mucha gente, ya que en ocasiones creemos que con medirnos la tensión de vez en cuando es suficiente.
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Controlar el estado del corazón y de las arterias es una de las herramientas más eficaces para prevenir problemas cardiovasculares, ya que la tensión arterial, su estabilidad y las diferencias entre extremidades ofrecen información clave sobre la circulación y el estado de los vasos sanguíneos.
Test sencillo que cualquiera puede hacer
Aunque solemos asociar estas revisiones a consultas médicas, revisar nuestra salud arterial en casa puede aportar datos muy útiles. Así lo recuerda el cardiólogo José Abellán, quien explica cómo posible realizar un test sencillo en casa con un tensiómetro y unos minutos de calma.
Según explica, el procedimiento que propone es "probablemente la prueba más sencilla y más infravalorada para detectar enfermedad arterial".
La clave está en realizar una serie de mediciones siguiendo un orden muy concreto y anotando los valores para después compararlos entre sí.
Este pequeño ejercicio permite observar si existen diferencias de presión arterial entre brazos y tobillos, algo que puede indicar alteraciones en el flujo sanguíneo.
El test, paso a paso
El primer paso es sentarse en una posición cómoda, mantener el brazo apoyado y permanecer cinco minutos en reposo absoluto. Después, se debe colocar el manguito en el brazo izquierdo y tomarse la tensión, anotando tanto la presión sistólica como la diastólica en un papel.
El siguiente paso es repetir exactamente la misma operación en el brazo derecho. Comparar ambas mediciones es importante porque una diferencia notable entre brazos puede ser indicio de problemas circulatorios, estrechamientos arteriales o factores de riesgo que requieren valoración médica.
A continuación, conviene tumbarse en posición de decúbito supino durante cinco minutos. Este periodo de descanso es fundamental para estabilizar la frecuencia y la presión arterial antes de continuar con el test.
Una vez pasado ese tiempo, llega el momento de medir la tensión en los tobillos, lo que permite obtener un dato relevante sobre la salud arterial en las extremidades inferiores.
El procedimiento es similar al de los brazos: se coloca el manguito en uno de los tobillos y se mide la presión. Después se repite en el tobillo contrario. Estas dos mediciones deben anotarse con precisión, ya que formarán parte del cálculo final que explica Abellán.
Qué información aporta este test
Registrar las cuatro mediciones permite realizar una comparación directa, y el cálculo exacto se consigue aplicando la fórmula que el médico explica en el vídeo.
Analizar resultados
Si el valor está entre 1.0 y 1.3, tus arterias funcionan adecuadamente. No hay signos de obstrucción.
Pero según señala Abellán, es importante atender a los siguientes baremos:
-1.00 – 1.30 → Normal
-0.91 – 0.99 → Límite
-≤ 0.90 → Patológico. Cuanto más bajo, mayor severidad:
- 0.70–0.90 → leve
- 0.50–0.69 → moderada
- < 0.50 → grave / isquemia crítica
-+1.30 → Arterias no compresibles (calcificación)
Esas variaciones pueden ser un signo temprano de enfermedad arterial periférica, un problema que con frecuencia pasa desapercibido porque no produce síntomas en sus fases iniciales: "Un valor patológico es un marcador de riesgo cardiovascular aumentado: más infarto, más ictus, más mortalidad prematura".
Prueba simple y accesible
Este tipo de chequeos caseros no sustituye a una evaluación profesional, pero sí pueden ser un primer aviso para consultar con un especialista. Abellán señala que esta prueba tiene una potencia pronóstica enorme, lo que significa que ayuda a identificar problemas antes de que den síntomas.
Por ello, realizar este test de forma habitual, o ante la aparición de molestias que puedan estar relacionadas con la circulación, puede ayudar a detectar problemas antes de que evolucionen. Una práctica simple, accesible y, como señala Abellán, todavía poco valorada, pero que puede contribuir de forma significativa al cuidado de la salud arterial.