Parálisis del sueño, cuando el cuerpo duerme pero la mente está despierta
No se sabe la causa concreta, pero sí se conocen varios factores que pueden desencadenar esta afección del sueño
Dormir por las noches es muy importante, pero dormir no consiste solo en tumbarse y cerrar los ojos, sino en descansar de la forma más saludable posible. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuántas horas se recomienda dormir: algunos dicen siete horas, otros, nueve. Pero lo verdaderamente importante no es la cantidad total de horas, sino la calidad del sueño y, en especial, la fase REM del mismo.
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Muchas personas sufren de insomnio, pesadillas y otros problemas o patologías relacionadas con el sueño. Una de estas afecciones es la parálisis del sueño, que afecta de forma recurrente al 7% de la población. Se estima que alrededor del 60% la experimentará al menos una vez en la vida.
¿Qué es la parálisis del sueño?
La parálisis del sueño es una afección que ocurre durante ciertas fases del sueño, concretamente cuando te estás quedando dormido o cuando te estás despertando. Lo que sucede es que, estando completamente consciente, no puedes mover ningún músculo del cuerpo, ni siquiera hablar. Muchas personas que la sufren llegan incluso a experimentar alucinaciones, mientras que otras simplemente sienten una profunda angustia por no poder moverse, a pesar de estar totalmente conscientes.
¿Cuáles son las causas?
Hasta el momento no se ha identificado un desencadenante concreto, aunque diversas investigaciones muestran que hay varios factores que pueden influir en la aparición de esta afección. Entre ellos se encuentran: no dormir lo suficiente, no tener un horario regular de descanso —como sucede en trabajos por turnos—, sufrir altos niveles de estrés o incluso dormir boca arriba. También puede estar relacionada con ciertos trastornos médicos, como la narcolepsia; problemas de salud mental, como el trastorno bipolar; o el uso de medicamentos específicos, por ejemplo, para tratar el TDAH.
¿Cuándo ocurre?
La parálisis del sueño se produce durante el cambio de etapa en el ciclo del sueño, concretamente al despertar bruscamente de la fase MOR (movimiento ocular rápido), también conocida como fase REM, en la cual se tienen los sueños más vívidos. Este episodio suele durar desde unos pocos segundos hasta uno o dos minutos. La parálisis puede terminar si alguien toca o mueve a la persona afectada.
¿Cómo salir de una parálisis?
No existen estudios concluyentes sobre cómo recuperar la movilidad durante un episodio de parálisis del sueño. Lo más importante es mantener la calma —ya que se trata de un fenómeno temporal— e intentar mover un dedo de la mano o del pie, lo cual puede ayudar a activar los músculos y facilitar el despertar completo.
Sufrir parálisis del sueño puede ser una experiencia de lo más aterradora, pero no supone ningún riesgo para nuestra salud. Teniendo una buena higiene del sueño, rutinas estables y manteniendo el estrés a raya, puedes intentar esquivarla.
Tipos de parálisis del sueño
Cada tipo de parálisis del sueño puede variar en intensidad y duración, pero todos comparten el denominador común de la incapacidad temporal para moverse o hablar. Teniendo en cuenta este factor, podemos diferenciar tres tipos de parálisis del sueño:
- Parálisis del sueño intruso. Se caracteriza por la sensación percibir presencias malignas o amenazadoras durante el episodio. Esta experiencia puede estar relacionada con alucinaciones.
- Parálisis del sueño del incubo. Se distingue por la presencia de sueños extremadamente vívidos y aterradores que se experimentan justo antes o durante el episodio de parálisis.
- Parálisis del sueño vestibular. Las personas pueden experimentar una sensación de flotación, rotación o movimiento corporal sin tener control sobre su cuerpo. Esta variante puede estar acompañada de vértigo.